El presidente de la Federación Gallega de Fútbol navega en la ambigüedad ante las elecciones a la presidencia española
12 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Rafael Louzán no se moja. Ni a un lado, ni al otro. Pero lo cierto es que no está mostrando ningún interés en desmarcarse públicamente de Ángel María Villar. Este periódico recabó la posición del presidente de la Federación Gallega de Fútbol respecto a las próximas elecciones a la española. A través de su responsable de prensa, Louzán señaló que no se manifestaría sobre este asunto, recalcando además que todavía no hay candidatos oficiales a las elecciones dado que no se ha iniciado el proceso electoral de una forma oficial.
¿Por qué Louzán no se define en este asunto? ¿Miedo a Villar?
Algunas fuentes de la federación consultadas por este periódico apuntan a que el presidente de la gallega podría estar jugando a la ambigüedad para sacar la mayor partida económica posible para su federación. «Pienso que podría estar subastándose. Nada anormal en estos casos. Tratará de asegurarse un respaldo económico por parte de quien gobierne en la RFEF los próximos cuatro años, sea Jorge Pérez o sea Villar», dice a La Voz la citada fuente que prefiere quedar en el anonimato.
Y es que el anonimato está de moda actualmente en asuntos federativos. Nadie quiere hablar contra Ángel María Villar. Pero tampoco nadie quiere hablar a favor. Los primeros porque tienen miedo a represalias en el caso de que acabe ganando las elecciones. Y los segundos porque apoyar a Villar significa aprobar una forma de gobernar caduca, marrullera, carente de ética y que desprecia las leyes de España. No hay que olvidar que Villar está absolutamente desacreditado y metido en mil y un líos. Bajo sospecha en la FIFA, pendiente del TAD en España, enfrentado a la Liga y al CSD y con una gestión a sus espaldas a caballo entre las chapuzas, la desidia y las irregularidades. De hecho, el último informe de auditoría realizado por la empresa BDO, refleja numerosas salvedades contables.
Fútbol gallego
Lo cierto es que, a día de hoy, el fútbol gallego no sabe exactamente qué es lo que piensa Rafael Louzán sobre algo tan importante como es el próximo dirigente federativo a nivel nacional. Sí se sabe que en una ya célebre reunión de Villar con los presidentes de las federaciones territoriales, Louzán plantó cara y fue la única voz discordante. Pero también es cierto que finalmente firmó una carta de adhesión exigida por Villar. «Yo solo me debo al fútbol gallego», ha dicho en más de una ocasión el dirigente, que igualmente a preguntas de La Voz respondió: «A nosa prioridade é o fútbol galego e non é unha cuestión de personas senón de que Galicia teña o peso que merece na Federación Española».
En cualquier caso y aunque todavía queda tiempo para que se desarrollen las controvertidas elecciones a la presidencia de la Federación Española de Fútbol, va llegando el momento en el que el dirigente de la FGF deberá posicionarse en un asunto de capital importancia para el fútbol español y, por tanto, para el gallego.