El juego sucio de Ángel María Villar

f.Hidalgo / Ana Balseiro REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

benito ordoñez

Sus abogados intimidaron al TAD, comunicándole momentos antes de que deliberara sobre si le abrían expediente disciplinario, que habían presentado una querella contra Miguel Cardenal

05 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los miembros del TAD llegaron a su despacho y se encontraron con una sorpresa. Sobre la mesa, un escrito de los abogados de Ángel María Villar en el que advierten a los juzgadores que el pasado jueves presentaron una querella por prevaricación contra el secretario de Estado para el Deporte, Miguel Cardenal. Todo ello en la línea de las amenazas de días anteriores, cuando Villar ya advirtió que pondría querellas no solo a Cardenal, sino a los miembros del TAD que participaran de la apertura de un hipotético expediente, especialmente a la ponente y al presidente Enrique Arnaldo Alcubilla.

El momento elegido por Villar para hacer llegar al escrito al TAD no pudo ser más malicioso, justo antes de que tuvieran que resolver si abrían o no el expediente disciplinario. Además, según confirmaron a La Voz fuentes cercanas al TAD, durante la reunión se produjeron varias llamadas por parte de los abogados del presidente de la federación preguntando si ya habían resuelto. Ni este extremo, ni el escrito recibido anunciando la querella fueron confirmados sin embargo por el TAD. De hecho, ni a la entrada, ni a la salida de la reunión, que duró casi tres horas, hubo manifestación alguna por parte de sus miembros. El presidente -el último en salir- se limitó a huir de los medios, que le preguntaban por las presiones recibidas, derivando a un responsable de prensa la tarea de informar sobre la reunión.

«Hoy el TAD ha decidido abrir un proceso de información reservada, contemplado en el artículo 38.2 del Reglamento de Disciplina Deportiva, en el que el tribunal tiene la potestad de solicitar información a quien considere oportuno sobre las denuncias remitidas por el CSD», explicó el portavoz, que insistió en que el TAD no quería hacer público a qué organismos reclamará más información antes de decidir si finalmente incoará o no expediente a Villar. A la pregunta sobre el plazo máximo de este nuevo proceso respondió que «la legislación no lo establece».

En cualquier caso, el TAD tomó la decisión que este periódico ya había avanzado durante la semana, que no fue otra que la de ganar tiempo. Para ello, recurrieron a la citada argucia legal, que en la práctica significa que el proceso se dilatará por tiempo indefinido. De este modo, en las reuniones semanales no volverá a tratarse el asunto hasta que el tribunal considere que tiene «suficiente» información como para tomar una decisión.

De momento, la estrategia de la intimidación a los juzgadores le está saliendo bien a Villar, que ya ha conseguido asustarles. No a todos, porque alguno de los miembros del tribunal era partidario de abrir el expediente, pero sí a varios, sorprendentemente asustados por la amenaza de Villar.

En cuanto a la querella contra Cardenal que el escrito entregado al TAD dice que fue presentada el jueves, acusa al presidente del CSD de haber iniciado una persecución contra Villar y tomado esa decisión injusta a sabiendas.

Sáez, en la misma situación

En el caso del presidente de la federación Española de Baloncesto, José Luis Sáez, en el que el CSD estima que ha podido haber una incorrecta utilización de sus fondos y una imputación de gastos particulares a las cuentas de la federación, el TAD también se ha dado más tiempo.