Curry agranda su leyenda en Oklahoma

M. P. R. LA VOZ / REDACCIÓN

DEPORTES

El base de los Warriors mete una canasta increíble para batir a los Thunder y deja varios registros para la historia en una nueva exhibición

28 feb 2016 . Actualizado a las 21:41 h.

Decir que Steph Curry va camino de la leyenda después de lo de anoche en Oklahoma parece una exageración para referirse a un jugador de 27 años que ya ha sido campeón de la NBA y MVP de la Liga. Hace falta algo muy especial para que la estrella de Golden State Warriors, en un partido de temporada regular aparentemente normal (todo lo normal que puede ser para su equipo, en persecución del récord histórico de victorias de los Bulls), deje en estado de shock a la NBA, a sus rivales, a los espectadores... Pero la última exhibición de Curry, un jugador que está desafiando la lógica del juego, lo ha conseguido. Sus 46 puntos, con 12 triples de 16 intentos, brillarían por sí solos con luz propia. 

Pero fue la última canasta del partido, apenas tres puntos de los 239 que se vieron en Oklahoma (118-121 para los Warriors) con una prórroga de por medio, la que acabó por hacer explotar las cabezas de quienes veían uno de los partidos destinados a las videotecas. Con apenas 6 segundos por jugarse y empate en el marcador, Russell Westbrook fallaba el último ataque de los Thunder. Rebote para los Warriors, Curry recibe en cancha propia, avanza unos pasos y desde 11 metros, coloca sus pies para tirar lo que para otros es un Ave María. Curry, que entrena con regularidad este tipo de lanzamientos como quien practica un tiro libre, lo mete, dejando sin esperanza a un pabellón lleno de aficionados de los Thunder. Muchos de ellos, sin embargo, en el fondo esperaban este desenlace. 

Era el 12º triple de Curry en el partido, lo que iguala una marca histórica de la NBA de más triples anotados en un choque. Lo habían hecho antes Kobe Bryant y Donyell Marshall. Dos noches antes de su exhibición en Oklahoma, Curry había anotado otros 10 triples (de 15 intentos) ante Orlando Magic. Acumula ya 288 triples convertidos en lo que llevamos de temporada (le quedan por jugar 24) y ya ha superado el récord histórico de más triples encestados en una temporada (récord que poseía y que lleva batiendo los últimos tres años de manera consecutiva). 

Ahora mismo, Curry promedia más de 30 puntos, 6 asistencias y 5 rebotes por partido, anotando el 50 % de sus tiros de campo. ¿El último en hacerlo? Michael Jordan. Por primera vez en su carrera, encadena tres partidos consecutivos anotando 40 o más puntos, lo que implica que, por difícil que pueda parecer, está mejorando. Las marcas empiezan a quedar pulverizadas. Quedan las sensaciones, que generan una cierta incredulidad en el espectador al ver sus hipnóticos dribblings y tiros en parábola entrar de manera tan perfecta que asusta.

Y todo, después de dejar a los aficionados con el corazón en un puño en el arranque del tercer cuarto. Tras una entrada a canasta, Curry se vio atascado en su pie izquierdo y Westbrook, de manera accidental, le ayudó a doblar el tobillo en una forma antinatural. Curry, con un historial de problemas pasados en los tobillos que amenazaron su carrera hace unos años, tuvo que irse al vestuario y ser atendido durante varios minutos. Llevaba entonces 15 puntos. Cuando volvió seis minutos después, encadenó tres triples y dos tiros libres, Acabó con 46 y la sensación de que el mundo está a sus pies. 

Los Warriors lo necesitaron. Los Thunder llegaron a dominar el duelo por 14 puntos y casi nunca fueron por detrás en el marcador. Kevin Durant brilló con 37 puntos y 12 rebotes, pero perdió una posesión clave que acabó con el choque en la prórroga y en el inicio del tiempo extra, fue expulsado por seis faltas. Russell Westbrook aportó 26 tantos y 13 asistencias para los de Oklahoma, mientras Serge Ibaka contribuyó con 15 puntos y 20 rebotes. Todo para hacer más grande la gesta de Curry, que recibió los elogios unánimes de rivales y leyendas de la NBA, como LeBron James y Magic Johnson.