El deporte, pendiente de lo que la OMS diga sobre el virus zika

rodrigo errasti MADRID / COLPISA

DEPORTES

Marcelo Sayão | EFE

Crece la inquietud por los Juegos y el CSD cree que hay que tomárselo «muy en serio»

10 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«Estamos todos pendientes de lo que diga la Organización Mundial de la Salud (OMS)», afirmó ayer Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Espanol (COE). «La situación de Río de Janeiro, por las noticias que llegan del virus zika (transmitido por los mosquitos y que se considera responsable del aumento de casos de microcefalia en recién nacidos) es preocupante, pero vamos a ver los informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), del Comité Olímpico Internacional y del Comité Organizador, que tiene que dar explicaciones acerca de la situación, antes de nada», explicó el mandatario.

También el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Miguel Cardenal, se refirió ayer a la situación. Aseguró Cardenal que se está trabajando con las autoridades sanitarias competentes para que, dentro de poco, puedan «hacer saber a los deportistas españoles cuáles son las medidas razonables para protegerse» del virus del zika de cara a los Juegos», algo que cree que hay que tomarse «muy en serio».

Alerta en los comités olímpicos

El virus, que se transmite por la picadura de un mosquito, ha puesto en alerta a todos los países, cuyos comités olímpicos, están estudiando los posibles riesgos a los que se enfrentan sus deportistas en Río, e incluso los Estados Unidos han pedido a sus atletas que se lo planteen si la amenaza existe. «Es una preocupación razonable y que hay que tomarse muy en serio. En el Consejo ya hemos entrado en contacto con las autoridades competentes en materia sanitaria. Estamos trabajando con ellos para que pronto podamos hacerles saber a nuestros deportistas, y a la opinión pública, cuáles son las medidas razonables a adoptar para protegerse de esta amenaza», dijo Cardenal

Viaje de inspección

Este mes, el COE, junto a una delegación de las principales federaciones, viajará como suele hacer antes de los Juegos Olímpicos para conocer las instalaciones. En las últimas semanas ha ido creciendo la intranquilidad por las noticias que llegan desde Brasil en relación al zika, que al parecer ya ha afectado a más de un millón y medio de personas en el país organizador.

«Los deportistas mantienen su preparación de manera habitual», explica el presidente del COE antes de reconocer que hay intranquilidad en «todos los países» que acudirán a Río de Janeiro del 5 al 21 de agosto: «Aún no existe una posición a falta de los informes generales, porque se está a la espera de información de asuntos cómo qué riesgos corren si van, a qué métodos de prevención se deben someter, cómo serían tratados en los centros médicos de Brasil, la red hospitalaria para atender los problemas que se puedan dar por este virus... Se trata de un problema para los deportistas y acompañantes».

Por eso, y aunque recuerda que «el riesgo sería en las zonas que hay aguas estancadas (como donde se celebrará la competición de remo, principal víctima de los recientes recortes decididos por el Comité Organizador de Río, ya que no habrá una estructura flotante para 4.000 espectadores) y no en la zona de la villa olímpica», el COE espera a tener datos suficientes de esos informes «para que los deportistas puedan saber». «Ahora mismo no hay ningún cambio ni anulación», reconoció Alejandro Blanco.

Mientras, otros comités olímpicos se han mostrado más radicales en sus posturas. «Si el virus zika es grave, entonces no participaremos en los Juegos de Río. No expondremos a nuestros jóvenes. La salud de nuestros atletas es mucho más importante que los Juegos Olímpicos. Pero si el zika no es tan peligroso, entonces iremos», declaró el presidente del Comité Olímpico de Kenia, Kipchoge Keino.

La OMS ha pedido prudencia sobre la presunta relación entre el virus del zika y la muerte de tres personas en Colombia por el síndrome Guillain-Barré. En los órganos deportivos se confía en que a partir de abril la preocupación haya descendido. Eso sí, a seis meses de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Río, varias federaciones se inquietan por las consecuencias que tendrán los recortes presupuestarios en el desarrollo de las pruebas, aunque entienden las dificultades económicas por las que atraviesa Brasil.