Guardiola, el Cruyff que tanto necesita el fútbol inglés

Raúl Caneda

DEPORTES

02 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Un enorme potencial económico y una tradición cuasireligiosa le confieren al fútbol inglés un atractivo sin parangón en todo el planeta. Es tal la dimensión de del fútbol de este país que la Segunda División (Championship) es la sexta liga del mundo en términos financieros. Sin embargo, hay algo que chirría en el poderoso fútbol inglés, exuberante en la forma, plano y escaso en los resultados. Un problema de difícil explicación a no ser que se haya nacido en España. Si así fue, es más fácil encontrar similitudes entre los síntomas que presenta hoy el fútbol inglés con los que padeció el fútbol español durante una eternidad. Si en España durante todo un siglo la justificación a tanta derrota se explicó por la furia o la ausencia de ella, basta con pasarse un rato a escuchar en Inglaterra los análisis de los partidos televisados para ver que, más allá de poses repletas de autobombo, las conclusiones son similares a la pobreza conceptual que vivimos en nuestro país durante años. Pase lo que pase en cada partido, las opiniones al final encuentran la misma solución a las complicaciones existentes: un delantero más y sobredosis de pelotazos. Están en el idéntico punto en el que estuvimos nosotros anclados prácticamente a perpetuidad. El pelotazo y el doble striker son su furia. Igual de tópico, igual de inútil.

En España nuestro único mérito fue tener suerte. Cruyff apareció por allí y devolvió los buenos al campo y la inteligencia al debate. Su legado, unido a la estela de Sacchi, nos dio al fútbol y los entrenadores españoles la herramientas que nos permiten comportarnos con cierto decoro técnico.

Guardiola será el Cruyff que tanto necesita el fútbol inglés. El agitador necesario en medio de la opulencia sin éxito. Seguramente, al igual que Cruyff, recibirá la crítica feroz de quien siente que su rol y sus tópicos son desplazados. Con toda probabilidad, al igual que Cruyff, acumulará victorias y títulos para su club. Escucharemos las críticas como aullidos de supervivencia mientras disfrutamos del juego. Sin duda, desde este verano, algo se va a mover en la Premier.