Alemania se pone como modelo de la lucha contra el dopaje

a. bruquetas REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Una nueva ley incluye penas severas para los dopados y quienes colaboren con ellos

06 ene 2016 . Actualizado a las 12:20 h.

A finales del 2014 el ministro del Interior alemán, el democristiano Thomas Mazière, y su colega de Justicia, el socialdemócrata Heiko Mass, anunciaron la puesta en marcha de un proyecto de ley para castigar con penas de hasta tres años de cárcel a los deportistas de este país que fuesen cazados en un control antidopaje. Además la nueva norma incluye fuertes sanciones económicas para estos y también castigos severos para las personas que los hubiesen ayudado a utilizar sustancias prohibidas para aumentar el rendimiento. Nada más y nada menos que 10 años de prisión para médicos, entrenadores, jefes de equipo que respalden a estos deportistas que modifiquen sus resultados de forma artificial -se incrementan de manera sustancial si el deportista es menor de edad-. Alemania, uno de los lugares donde el dopaje llegó a estar más enraizado, pretendía transformarse así en un modelo de su lucha y persecución. La ley, que durante el curso pasado visitó las dos cámaras, donde recibió un respaldo mayoritario, entró en vigor a principios del 2016. Su alcance supera incluso las recomendaciones de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) y va mucho más allá, por ejemplo, que la española, donde solo se contempla la cárcel para el entorno que posibilita el dopaje y no para el deportista, al que se le considera como una víctima, algo similar a lo que ocurre con el consumo de drogas.

Pero la nueva legislación alemana no es única. Los códigos penales de Francia e Italia también incluyen a los deportistas sancionados por dopaje como susceptibles de ser castigados con penas de cárcel. En Italia, incluso los extranjeros pueden enfrentarse a un ingreso en prisión por este asunto. De hecho, el primer caso en el que se aplicó la entonces novedosa ley antidopaje del año 2000 fue con el positivo de Pep Guardiola cuando era jugador del Brescia. Fue sentenciado a siete meses de cárcel por el uso de nandrolona, pero finalmente resultó absuelto por el Tribunal de Apelación.

Para algunos esta mano dura contra el dopaje ha sido muy celebrada. «Es un instrumento que defiende la credibilidad del deporte y sirve para proteger a los atletas y al deporte», asegura el presidente de la Federación Alemana de Atletismo, Clemens Prokop. Pero para otros se ha quedado incluso corta, porque el texto solo se refiere a los deportistas de alto nivel, a los que compiten como profesionales, que son alrededor de 7.000 en Alemania. Muchos creen que deberían incluirse los aficionados. No solo en España está creciendo la preocupación por la certeza de que en las pruebas populares se abusa de sustancias prohibidas en la práctica del deporte. En el corazón de Europa también ven cómo este problema de salud aumenta.