Acusan a Gorka Villar de extorsionar y presionar a los clubes para que no denunciaran la existencia de corrupción en la organización
29 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El fiscal del caso Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol), Juan Gómez, confirmó que pidió a la jueza de Crimen Organizado Adriana de los Santos que envíe un exhorto a la Justicia paraguaya para tomar declaración en Uruguay al español Gorka Villar, director general de ese ente futbolístico, con sede en Asunción.
Gómez detalló que el exhorto obliga a Villar, hijo del presidente de la federación española, Ángel María Villar, a designar abogados para que declare y añadió que lo que uno espera es que acuda a Uruguay por su propia voluntad, y que si no fuese así «en su momento se verá» qué se hace.
No obstante, la llegada de Villar a Montevideo para declarar en el juzgado no se dará, como pronto, hasta la segunda quincena de enero o los primeros días de febrero, debido al período vacacional de los funcionarios judiciales.
El llamado caso Conmebol indaga una denuncia interpuesta a finales de 2013 por varios equipos de fútbol de Uruguay y por la Mutual de Futbolistas, que acusaban de la existencia en ese organismo de una «organización criminal» que se apropiaba de dinero que tendría que ir a parar a clubes, a jugadores y a la organización. Durante la investigación, algunos de los representantes de los clubes dijeron que fueron «extorsionados y presionados» por Gorka Villar para que no denunciaran estos hechos.
El uruguayo Eugenio Figueredo, exvicepresidente de la FIFA y de la Conmebol, señaló el pasado jueves en audiencia judicial a Gorka Villar como autor de «presiones» con «verdaderos comportamientos extorsivos» a los clubes firmantes de la denuncia. Tales afirmaciones figuran en el dictamen que firmó Gómez tras tomar declaración a Figueredo, quien llegó extraditado a Montevideo como imputado en el caso Conmebol después de haber estado desde mayo preso en Zúrich por la investigación contra altos cargos de la FIFA.
Según recogió el fiscal en su dictamen a partir del testimonio de Figueredo, Gorka Villar realizaba esas presiones «amparado por su relación con su padre, miembro de FIFA, quien lograba el respaldo de esta a las medidas extorsivas». Tras su declaración, Figueredo fue procesado por cometer presuntos delitos de estafa y lavado de activos al frente de la Conmebol.