El presidente del Real Madrid sale en defensa de Benzema: «No ha hecho nada malo en la vida»
18 dic 2015 . Actualizado a las 10:05 h.«¿Mourinho? El futuro nadie lo puede prever». Con estas palabras, el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, dejaba en el aire un posible retorno del técnico portugués al banquillo de Chamartín. El máximo mandatario blanco visitó anoche la Cadena SER para hablar de la actualidad del club. Rafa Benítez, actual técnico madridista, sigue contando con el apoyo público de su presidente: «Esto lo va a sacar adelante» o «es la solución, y no el problema», fueron algunos de los capotes que le echó al entrenador.
En los últimos días se puntó el nombre de Zinedine Zidane, inquilino del banquillo del Castilla, como posible recambio de Benítez; unos rumores que se vieron acrecentados tras la derrota del equipo ante el Villarreal la pasada jornada con un gol de Soldado, futbolista salido de la cantera blanca. «Zidane no va a sustituir a Rafa Benítez», zanjó el presidente en los micrófonos de El Larguero.
Pero por mucho que Florentino reafirme a su entrenador en el cargo, nadie duda de que un resultado adverso este fin de semana ante el Rayo Vallecano haría estallar al Bernabéu. El equipo no acaba de encontrar un patrón de juego, algo que se traduce en malos resultados sobre el césped. Y a los problemas deportivos hay que añadir una crisis institucional, con la eliminación de la Copa del Rey ante el Cádiz, un equipo de Segunda B con un presupuesto 200 veces inferior, por culpa de un grave error en los despachos, o con el delantero centro del equipo inmerso en un gran problema judicial, que incluso le llevó a pasar una noche en un calabozo de París. «Benzema no ha hecho nada malo en la vida», le defendió anoche su presidente, garantizando su exquisita conducta a lo largo de estos años como futbolista del Madrid. «No ha llegado tarde ni a un entrenamiento», recalcó el presidente sobre un futbolista que acumula goles e infracciones al volante.
Rafa Benítez llegó a principios de esta temporada para sustituir al italiano Ancelotti, que además de firmar un año en blanco, también estaba considerado como alguien demasiado cercano a algunas de las vacas sagradas del vestuario. Benítez se presentó como un hombre con mano de hierro, que casi siempre ha logrado buenos resultados en los clubes por lo que ha pasado (Valencia, Liverpool, Chelsea o Inter), pero que hasta el momento no había dirigido nunca a un vestuario en el que se concentrasen tantas estrellas.
Una parte del Bernabéu sigue añorando a José Mourinho, recientemente despedido del Chelsea por sus nefastos resultados. El presidente del Real Madrid nunca ha ocultado que los tres años en los que este se sentó en el banquillo del Bernabéu fueron una buena etapa para el club. «Elevó el nivel competitivo del Real Madrid», dijo Florentino, justificándose que hasta su llegada el Madrid se encontraba en plena travesía por el desierto, con muchos años sin conseguir acceder a cuartos de final de la Champions y fuera del top ten del ranking que elabora la UEFA, acrecentada por un FC Barcelona que lo ganaba todo.
La etapa de José Mourinho, si bien es cierto que logró frenar en parte al Barcelona en su placentero viaje, provocó tal desgaste en la entidad que acabó con el vestuario y el estadio totalmente dividido. Sin embargo, parece que las puertas del Bernabéu continúan abiertas, probablemente para que concluya ese trabajo que dejó a medias.