El magisterio de Enrique López

Gaspar Rosety LA VOZ

DEPORTES

08 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace unos días, se celebró en el Centro Riojanos de Madrid, una conferencia del magistrado de la Sala de los Penal de la Audiencia Nacional, Enrique López López, sobre la actualidad de la relación existente entre el Derecho penal y el deporte. Sin duda alguna, nos encontramos ante un ponente especial, juez archiconocido, personaje público que se ha distinguido por méritos tales como haber sido el número uno de su promoción o haber obtenido plaza en la judicatura en tan solo dos años y con la edad más joven de su generación.

El magistrado fue desgranando, tras una presentación espléndida del abogado y prolífico escritor Manuel Medina, socio fundador de Medina Cuadros Abogados, todos los aspectos que han unido la jurisdicción penal con el mundo del deporte y del fútbol, en particular. Cuatros patas para una mesa de gran relevancia y trascendencia que integran la violencia, el dopaje, los amaños y las apuestas. Y, aún siendo cierto que algunos casos causan dolor, no podemos evitar la realidad que ha llevado al deporte mundial a implementar el Derecho como norma fundamental de sus conductas.

Uno de los riesgos que atacan al deporte mundial reside en las apuestas en línea, a través de Internet, y así nos encontramos con fuertes sumas de dinero apostadas en países lejanos sobre resultados de partidos de segunda división. La tentación es grande, siempre provoca sensaciones cambiantes. Hay quienes pasan de largo pero la debilidad humana es incuestionable y algunas personas pueden prestarse a ese cambalache que llega desde otro continente en formas invisibles, salvo la de los billetes.

Las reflexiones del Magistrado deben conducirnos a la necesidad de extremar todas las medidas de vigilancia, alertar a las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado y la unión de las policías europeas ante la avalancha que se nos viene encima. Hablar de dopaje, violencia, amaños o apuestas dibuja una fea sombra sobre el deporte internacional.

Corresponde a la sociedad arrinconar a quienes enturbien y ensucien uno de los ideales de la Humanidad. Es tiempo de reflexión.