Stephen Curry, un relámpago sedoso y asesino

Miguel Álvarez LUGO / LA VOZ

DEPORTES

Vaughn Ridley | AFP

El escolta se ha convertido en un devorador de partido y perforador de aros contrarios

07 dic 2015 . Actualizado a las 09:27 h.

Las continuas exhibiciones que Stephen Curry ha firmado en el inicio de la temporada le han elevado al escalón más alto de la NBA. Estrella de los Golden State Warriors -ayer anotó 44 puntos incluidos nueve triples ante los Raptors-, vigentes campeones, el escolta ya es considerado por algunos como el mejor tirador de la historia.

La irrupción de Stephen Curry como figura de talla máxima ha colocado a la competición profesional estadounidense en una nueva dimensión. Tras varias campañas de dominio de un portento físico como Lebron James o del sensacional juego colectivo de los San Antonio Spurs, el escolta de los Warriors ha apelado a la tiranía de la técnica. En cuanto a calidad individual, es un superdotado. Gran pasador y driblador es, no obstante, en la faceta del lanzamiento en la que se ha ganado los mayores elogios.

Foco de atención

Una obsesión para las defensas. Como muchas estrellas de la Liga, Stephen Curry es capaz de atraer la atención por sí mismo de las defensas. Su precisión en el lanzamiento mantiene en jaque no solo a su par, sino también a las posibles ayudas. No obstante, el escolta de los Warriors saca petróleo de su capacidad para armar el brazo con enorme velocidad, su habilidad en las penetraciones y sus cualidades como pasador. El estadounidense posee un arsenal ofensivo muy completo.

Maneja a la perfección los cambios de dirección y de ritmo, así como las fintas. Su juego de pies es muy bueno. Estos aspectos, sumados a su puntería, le convierten en una tortura para sus defensores individuales. En muchas ocasiones, estos le tapan el tiro y le conceden espacio suficiente para penetrar a canasta. En las finalizaciones, ante adversarios de mucho mayor tamaño, hace uso de un excelente tacto en la yema de los dedos para anotar tiros con efecto con apoyo en la tabla.

Los pies

Un estilo peculiar. El manual dice que las puntas de los pies del jugador deben estar en dirección al aro en el momento de lanzar para que las posibilidades de éxito sean más elevadas. En este sentido, la mecánica de Curry es peculiar. El escolta de los Golden State tuerce unos grados los pies hacia la izquierda y no los alinea con la canasta. Este gesto le permite colocar de manera más correcta el codo derecho.

El hecho de no alejar del cuerpo el codo a la hora de ejecutar los lanzamientos le confiere a Curry un mayor control sobre la dirección que tomará el balón. Y, con la fuerza adecuada, las posibilidades de éxito crecen de manera exponencial.

Mecánica

Veloz y certero. Stephen Curry no necesita despegar demasiado los pies del suelo ni realizar una flexión exagerada de rodillas para alcanzar el aro desde posiciones muy lejanas. Su cuerpo es una máquina de precisión a la hora de armar el lanzamiento.

La velocidad que posee para tirar a canasta le complica la vida a los defensores, a los que les cuesta mucho colocarle tapones. Curry guarda el codo cerca de su cuerpo, suelta el balón cuando todavía está en trayectoria ascendente y da un último golpe de muñeca que genera un «back spin» en el balón.

Su cadena cinética sigue las pautas que marcan los cánones. El tiro comienza desde las partes inferiores de su cuerpo y acaba con un empujón con los dedos que, en más de la mitad de las ocasiones en la presente temporada, acaba en la red del conjunto contrario.

Otro de los aspectos que resultan importantes para que el acierto de Curry desde la larga distancia sea tan elevado es que le da al balón un arco mayor del que suele ser habitual. Es una técnica que también utilizan otros como Nowitzki y que, a medida que la pelota se aproxima al aro, ejerce un efecto que agranda el objetivo.

Curry es un jugador competitivo y que ha trabajado duro para alcanzar su estatus. La fórmula de repetir lanzamientos está escrita a fuego en el manual de preparación del considerado mejor escolta de la NBA.

Genética

El hijo de un buen tirador. Dell Curry, padre de Stephen, militó durante dieciséis campañas en la NBA. En ellas, llegó a ser considerado como uno de los mejores tiradores de la Liga. Fue el mejor sexto hombre de la competición en 1994.

Precisamente, Dell ayudó a su hijo a cambiar y mejorar la técnica de tiro. Antes, sacaba el balón del pecho para darle el impulso suficiente. Era más fácil de bloquear para los rivales.

Gama de recursos

Un abanico de cargas letales. Stephen Curry dedica muchas horas de su tiempo a trabajar la técnica individual. No es extraño contemplarle haciendo ejercicios de coordinación y de velocidad de manos. Estos tienen transferencia a la pista. El escolta de los Warriors realiza ocasionales exhibiciones de manejo de balón que le convierten en algo parecido a un malabarista. Además, también es un buen pasador. Es capaz de entregarle un envío a un compañero en cuestión de centésimas y con independencia de la altura a la que esté botando el esférico.

Es un excelente tirador, admirador, entre otros, del fallecido Drazen Petrovic. Además, es letal cuando arma el brazo después de bote con mano izquierda.

Uno de los defectos de Curry es que, en ocasiones, mira al balón mientras lo bota. En muchos jugadores, esto es sinónimo de reducción de visión de juego. Sin embargo, el estadounidense es capaz de generar pases eléctricos también en ese escenario.