La lección de Pau Gasol se incluirá en los libros de texto

Alberto Blanco EN ZONA

DEPORTES

07 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Tendrá su lección en los libros. Su apartado en la asignatura Deportes. Esa denostada materia en el libro de escolaridad. Pau Gasol se ha convertido en el mito de nuestro país. Milenario en la NBA. Superando a nuestros ídolos: Magic Johnson o Larry Bird. Los cuarentones sabemos bien de lo que hablamos. Esos monstruos que vimos por primera vez siendo unos adolescentes llenos de granos en la cara y con la efervescencia típica de esa maravillosa parte de nuestra vida. Los pósters de nuestra habitación.

El extraterreste los ha superado. Andrés Montes lo definió como nadie. Alguien venido de otro planeta. Pau Gasol ha puesto a nuestro baloncesto, en el mayor sentido de la palabra, en otro peldaño. Es la referencia absoluta del 28x15. Bajo su paraguas somos la envidia del resto de Europa. Oros, platas olímpicas y una seguridad de estar siempre en las medallas. Ese es, Pau Gasol. El que marca la diferencia.

Era una culebra larga, un cuerpo endeble, una masa muscular al que la ropa de basket le venía enorme. Pero se puso en manos de los yanquis.

Tras aquella Copa de Málaga donde nos dejó boquiabiertos (nunca le daremos suficientemente las gracias a Aíto García Reneses y a Rony Seikaly) sufrió una mutación absoluta. Solo su agente Arturo Ortega intuía el diamante que llevaba ese chico dentro. Otro iluminado. Y Joan Montes, que lo hacía entrenar como un alero para dotarlo de esos mecanismos que ahora le sirven para dominar el juego como nadie.

Pau era soft. Blandito, vamos. Pero tenía una ambición desmesurada. Y supo sufrir. Los americanos saben moldear los cuerpos como nadie. Crearlos para el juego del basket. Donde el físico es casi todo. Luego está el talento. Sumados los dos, crean la excelencia. El talento podrá ser definido en el futuro como Pau Gasol. No necesitaríamos más para explicarlo. Talento=Pau Gasol. Todos lo entenderemos. Así empezará la lección en ese libro.

Situarse entre los 100 mejores de la historia de la NBA en partidos jugados y el tercer europeo (sin contar play offs) definen la realidad del chico de Sant Boi. Dos anillos, varios All Stars y un salto con su hermano en Nueva York quedan para la eternidad. Ese póster se pegará en muchas habitaciones. Donde antes existió Jordan, Bird o Magic, habrá un Pau Gasol. Tiene 35 años pero está claro que en sus venas todavía corre el ansia de darnos una enorme alegría. ¿Alguien lo pone en duda? San Pau Gasol.

Alberto Blanco Vila es entrenador ayudante de Marcelo Nicola en el Lietuvos Rytas de Lituania