La Voz revela el nuevo convenio colectivo del fútbol profesional, que recoge la posibilidad de desvincularse de un club que descienda administrativamente o el incremento en un 20 % del sueldo mínimo
27 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.La paz social parece haber regresado al fútbol español, al menos en lo que atañe a las relaciones entre el sindicato de futbolistas (AFE) jugadores y Liga de Fútbol Profesional (LFP). Al convulso cierre de la campaña anterior por el decidido apoyo del sindicato a las tesis de Ángel María Villar en su oposición al decreto sobre la venta de los derechos de televisión, la AFE añadió la petición de un trozo mayor del pastel y otras reivindicaciones, como su desacuerdo con el arranque de la Liga a mediados de agosto o las fechas de vacaciones. Finalmente, la sangre no llegó al río, las dos partes eludieron los juzgados para dirimir sus diferencias en un convenio colectivo que regirá las relaciones laborales entre la LFP y la AFE a partir del 1 de julio del 2016, fecha en la que caduca el anterior, y cuya vigencia finalizará el 30 de junio del 2020. A falta del visto bueno de la Administración para que se publique en el BOE, pero ya con la firma Javier Tebas (presidente de la LFP) y de Luis Rubiales (presidente de la AFE), estos son algunos de los acuerdos a los que ha tenido acceso La Voz de Galicia. Entre ellos, el incremento del sueldo mínimo y la posibilidad de desvincularse de un club si se produce un descenso administrativo. Los futbolistas sortean la crisis y blindan su situación.
Los salarios
Todas las retribuciones son salario, excepto las que por ley estén excluidos de dicha consideración. El convenio colectivo considera que constituyen la retribución de un futbolista los siguientes conceptos salariales: prima de fichaje, prima de partido, sueldo mensual, pagas extraordinarias, plus de antigüedad y «derechos de explotación de imagen en su caso». Define cada uno de los conceptos y regula los plazos para que sean abonados.
Ficha anual
Incremento del salario mínimo en un 20 %. A los futbolistas que toman parte en las competiciones profesionales españolas (Primera y Segunda) no les afecta la crisis, o al menos no soportan los recortes que afectan a otros colectivos laborales. El convenio colectivo fija a partir de la próxima temporada un sueldo mínimo anual de 155.000 euros (Primera) y 77.500 (Segunda), un 20 % más que el vigente actualmente (129.000 y 64.500, respectivamente). Además, aprueba la subida anual del IPC hasta el 2020.
Salario mensual
6.500 euros en Primera y 4.000 en Segunda. Independientemente de jugar o no, cada futbolista cobrará mensualmente un mínimo de 6.500 euros (en Primera) y 4.000 (Segunda), en catorce pagas (dos de ellas extraordinarias), cantidades a deducir de la ficha anual. También se incrementan con respecto a temporadas anteriores conceptos como el premio de antigüedad (de 64.500 a 75.000 euros por nueve o más temporadas),
Descenso administrativo
Los futbolistas podrán desvincularse. A partir del 1 de julio del 2016 si algún club desciende por causas administrativas -como le sucedió al Elche el pasado verano- sus jugadores tendrán la posibilidad de desvincularse; algo que también podrán hacer en el caso de que un club no pueda competir en la categoría que le correspondería por sus resultados deportivos. Un derecho que los futbolistas ejercerán a través de la AFE y en los diez posteriores a que su club sea descendido.
Fondo social
La AFE recibirá 11,6 millones de euros de la LFP en las próximas cuatro temporadas. La Liga de Fútbol Profesional abonará a la AFE 2,6 millones de euros para el Fondo Social, una cantidad un 8 % superior a la del anterior convenio y que se incrementará en 200.000 euros cada ejercicio de vigencia del convenio, hasta alcanzar un total de 11,6 millones en cuatro temporadas. La AFE podrá dedicar esta cantidad a «fines benéficos» y al normal desarrollo de la actividad de la Asociación».
Horarios
Siempre menos de siete horas al día y prohibido apartar a un jugador. Los futbolistas podrán estar a las órdenes del club para su preparación, técnica y fisica, un máximo de siete horas diarias. También se regula tiempo máximo de las concentraciones antes de un partido -36 horas si juega como local o 72 fuera-, el descanso semanal -un día y medio-, pero la gran novedad alude a que los entrenamientos se realizarán de forma colectiva, «no siendo conforme a derecho cualquier apartamiento», salvo los casos de «recuperación por enfermedad, lesión u otra causa justificada que deberá de serle notificada al futbolista». Es decir que el convenio prohíbe expresamente la habitual costumbre de los clubes de apartar lo que consideran excedente de plantilla o jugadores con contrato en vigor, pero con los que no se cuenta.
Vacaciones
Treinta días naturales y los parones navideños. El convenio colectivo no modifica la regulación de las vacaciones de los futbolistas. Mantiene los 30 días naturales retribuidos, así como la de no programar partidos oficiales entre el 23 de diciembre y el 2 de enero de cada una de las cuatro próximas temporadas. Y establece una excepción, atendiendo al cargado calendario de las campañas 2017-18 y 2018-20, en las que programará tres partidos de Primera y otros tantos de Segunda el 23 de diciembre del 2017 y el 2018, con criterios de proximidad geográfica.
Contratos de trabajo
Decreto 1006/1985. El artículo 3 de dicho decreto regula «la relación laboral especial» de los deportistas profesionales. La Liga está obligada a trasladar a la AFE una copia de todos los contratos, fija los períodos de prueba en un tiempo no superior a 15 días, obliga a que estén sometidos a una duración determinada y mantiene las contraprestaciones por las cesiones y las compensaciones por preparación o formación.
Libertad de expresión
Los futbolistas pueden expresarse sobre cualquier materia. Además del reconocimiento expreso a desarrollar la actividad sindical en el seno de los clubes, el convenio es claro respecto a que los futbolistas se expresen con libertad. «Los futbolistas profesionales tendrán derecho a manifestar libremente su pensamiento sobre cualquier materia y, en especial sobre los temas relacionados con su profesión, sin más limitaciones que las que se deriven de la Ley y el respeto a los demás».