El intocable Mayweather vence a Berto y se retira invicto

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«Mi carrera se acabó. Es oficial. Tengo casi 40 años, 19 años de carrera, 18 como campeón, he roto todos los récords» explicó el boxeador tras su último combate

13 sep 2015 . Actualizado a las 10:50 h.

El estadounidense Floyd Mayweather se despidió invicto del boxeo profesional al vencer casi sin oposición a su compatriota Andre Berto por decisión unánime. Mayweather, que peleó la noche del domingo por última vez, se retira a los 38 años con el título de campeón del mundo de los pesos welter y con un balance de 49-0, el mismo que el del mítico peso pesado Rocky Marciano.

«Mi carrera se acabó. Es oficial. Tengo casi 40 años, 19 años de carrera, 18 como campeón, he roto todos los récords. He hecho grandes inversiones y mi situación financiera es estable», dijo Mayweather, aún sudoroso, confirmando que no habrá retorno porque no necesitará dinero en el futuro. «Hay que saber cuándo retirarse, he tenido una gran carrera. Me voy con todas mis facultades intactas. Aún me siento listo y hábil. No hay nada más que pueda lograr. El dinero no me hace, yo hago el dinero. Soy el mejor», agregó, negándose, sin embargo, a pronunciar lo que tantas veces ha dicho: que es el mejor de todos los tiempos.

El deportista que más dinero gana en todo el mundo (se estima que más de 280 millones de dólares en el 2015) se impuso claramente por decisión unánime de los tres jueces (117-111, 118-110 y 120-108). «Fue mejor», concedió Berto, rendido a la evidencia tras confirmar lo que todos pensaban: que él tampoco sería el hombre que batiría a Mayweather. 

El último combate fue la quintaesencia del boxeo defensivo, inteligente, calculador y efectivo por el que será recordado Mayweather, que se embolsó con facilidad los 32 millones que tenía asegurados. Los que criticaron la selección de Berto (30-3 hasta este domingo) como un rival poco capacitado para su última pelea finalmente tuvieron razón. 

Mayweather, intocable y con los reflejos veloces como siempre, esquivó con suficiencia los golpes de su oponente. Al final del segundo asalto, «Money» ya bailaba, señal de la facilidad que sentía y que no cambió con el paso de los minutos.

Apenas el 10 % de los golpes de Berto tocaban el cuerpo del campeón, cifra que apenas se elevaría. Al final, Mayweather impactó 232 de sus 410 golpes, mientras que Berto, sólo 83 de 495. Mayweather se iba apuntando asalto tras asalto, según las estadísticas, aún no oficiales pero reveladoras. La cara de Berto se iba hinchando conforme encajaba los golpes de Mayweather, hábil en defensa y efectivo al lanzar los puños. El campeón encontraba una fuente de puntos en el cuerpo de su rival, que sólo se preocupaba de proteger su cara. En el séptimo asalto, Berto dio muestras de estar vivo, pero fue un espejismo. En el undécimo, Mayweather, muy agresivo al final, se permitió incluso el lujo de bailar ante su rival. 

Una mofa a Berto y quizás a los fans que esperaban que hubiera elegido un rival más capacitado para despedirse tras haber batido en mayo al filipino Manny Pacquiao en la pelea de los récords.

Y así, sin un rasguño, Mayweather cerró 19 años de carrera profesional en la que además de por sus logros en el ring se le recordará por haber logrado ingresos récord, por su extravagante personalidad y por su historial de violencia contra las mujeres, que le ha hecho ser más odiado que admirado.

El de el domingo fue otro triunfo aparentemente sencillo, desapasionado pero técnicamente perfecto. No hubo sorpresa. Se cumplió el guión y la carrera de Mayweather terminó con un final discreto y previsible. No habrá más, insiste, pese a que Pacquiao le pide revancha y muchos dudan de su palabra. No buscará otro triunfo para romper el empate con Marciano y llegar a 50-0, dice. Se marcha como uno de los mejores de la historia, intocable hoy para Berto como lo fue para los 48 púgiles anteriores.