Tratará de aumentar su repertorio en Río, con las ocho medallas en el horizonte
04 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.«Creo que vamos a seguir adentrándonos en otras pruebas». La frase ya casi tiene un mes, pero ahora empieza a cobrar todo su significado. Bruce Gemmell, el hombre que ha esculpido la fulgurante carrera de Katie Ledecky (17 de marzo de 1997, Bethesda, Maryland, EE. UU.) deslizaba entonces que la mejor nadadora del Mundial de Kazán, donde se colgó cinco oros, trataría de ampliar su repertorio con la vista puesta en los Juegos de Río. Hace pocos días, la propia Ledecky confirmaba que en los Trials -la competición donde se conforma el equipo olímpico estadounidense- del año que viene va a asomarse a los 100 libre y a los 400 estilos. A sus 18 años busca la estela del mejor deportista de todos los tiempos, Michael Phelps, quien en Pekín 2008 maravilló al planeta con ocho medallas de oro -cinco individuales y tres de relevos- y siete récords del mundo.
Para muchos expertos en natación, Ledecky está a punto de sumergirse en un desafío tan excepcional que podría debilitar su dominio en pruebas donde ahora ejerce una auténtica tiranía como el 400 y el 800 libre -las únicas para las que, tal y como reconoció su entrenador, trabaja de forma específica-. A nadie le pasa desapercibida la capacidad de trabajo y disciplina que ha mantenido Ledecky desde que se subió a la élite en los Juegos de Londres, pero profundizar en el 100 libre y el 400 estilos le requerirá cambios en sus rutinas e incluso en su biotipo, idóneo para los esfuerzos sostenidos.
Sin embargo, un dato juega en favor de Ledecky. Hace dos años, Gemmell y el equipo de trabajo que lo acompaña decidieron que la modélica Katie ya estaba lo suficientemente madura como para afrontar el reto de los 200 libre. Entonces la marca de Ledecky en esta distancia era discreta, entraba de puntillas entre las 35 mejores del mundo y entre las diez de su país. Registros notables para una nadadora cualquiera, pero todavía muy lejos de las medallas. En Kazán culminó la apuesta con un oro. La niña fondista de 15 años comenzaba a acercarse a la velocidad y solo un portento de esa magnitud podría hacerlo con esa capacidad de acierto. Se convirtió así en la primera persona en ganar en un solo campeonato del mundo los 200, 400, 800 y 1.500 estilo libre.
Hoy los tiempos de Ledecky tanto en el 100 libre como en el 400 estilos se mueven en los mismos parámetros de aquel 200 de hace dos años. Sus 54,55 segundos en los 100, que consiguió en enero en Austin, significan la cuadragésima segunda mejor marca del mundo y la novena de Estados Unidos. Mientras que sus 4.41,70 minutos, en los 400 estilos, es también la novena mejor marca de su país. Tal vez el único inconveniente es que en esta ocasión dispone de 365 días menos para obrar el milagro.