La prensa inglesa lleva días alimentando la posibilidad de que el Manchester United pague en breve los 190 millones de la cláusula de recisión del jugador culé
26 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.A veces las declaraciones de los presidentes de los clubes de fútbol, por rotundas que quieran parecer, sorprenden muy poco. La prensa inglesa, especialmente la sensacionalista, lleva días alimentando la posibilidad de que el Manchester United pague en breve los 190 millones de la cláusula de rescisión de Neymar, una operación que alcanzaría los 330 millones de euros entre impuestos, tasas y una ficha anual de 20 millones de euros por cada una de las cinco temporadas que firmaría. Son cifras alucinantes, imposibles de ser tomadas en serio si no se tratase de un deporte con tantos intereses comerciales como el fútbol. Y en el caso del brasileño, se convierte en un trampolín que el Barça estaba esperando para abordar la renovación del crack. Casualidad o no, vía libre para una operación que el club tenía planeada hace tiempo, incluso prevista, pero que no acometió antes porque bastante polémicas tuvieron las cifras del fichaje de Neymar como para comenzar a hablar otra vez de números estratosféricos.
«De aquí a unos meses comenzaremos a hablar de la renovación de Neymar. No queremos que se vaya. Nuestro deseo es que siga muchos años en el Barça y que se retire aquí», manifestó Josep María Bartomeu.
El Barça ya tiene pactada la renovación de Neymar para convertirle en uno de los jugadores mejor pagados del mundo como Messi y Cristiano Ronaldo. Su padre ya estaba informado de ello, pero, por si el club azulgrana se hacía el remolón, el supuesto interés galáctico del Manchester United le permite hacer la llamada de rigor al presidente. Al nivel de la pasada campaña, Neymar merece cobrar como el que más. Si su agitada vida social no le despista y su rendimiento se mantiene o se eleva, nadie lo discutirá.