El colegiado vigués Rubén Extremadura Hernández volvió ayer a dirigir un encuentro de Tercera División cinco meses después del último: el polémico Laracha-As Pontes que motivó un reguero de sanciones por las protestas, menosprecios e insultos en las redes sociales de los jugadores que por entonces dirigía Ambrosio Oróns. Fue el Boiro-Fabril, el duelo que enfrentaba en el campo de Vista Alegre a dos de los mejores equipos de la categoría.
Sin embargo, no estaba previsto que Rubén Extremadura saliera de la nevera. «Un accidente de tráfico impide a Castro Alarcón pitar o Boiro-Deportivo B. O árbitro designado no seu sitio é Extremadura Hernández», comunicaba la Federación Gallega de Fútbol el sábado, a instancias del Comité Técnico Gallego de Árbitros. Y el vigués solventó con buena nota su regreso, en un partido limpio (solo una amonestación).
Extremadura Hernández, considerado en el Comité como uno de los mejores árbitros de la categoría, no tuvo una buena tarde el pasado 1 de marzo. Los locales acabaron muy enfadados con su labor. Expulsó con roja directa al entrenador Ambrosio (minuto 43) y a Rebolo (81); y por doble amonestación a Vidal (55) y Beto (81). Los jugadores utilizaron Twiitter para mostrar su malestar, con mensajes algunos de ellos de carácter insultante, que fueron denunciados y sanciones por el Juez de Competición.
Desde entonces, Extremadura solo había pitado ligas menores.