El maltrato al combinado nacional que denuncia Vicente del Bosque deriva de las decisiones del propio presidente de la Federación Española de Fútbol
15 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El doble discurso de Ángel María Villar deja en evidencia no solo al propio presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF) sino que arrastra también en sus contradicciones al seleccionador español Vicente del Bosque.
Ayer mismo, la página oficial de la RFEF publicaba un comunicado en el que Villar amenazaba con convocar a su junta directiva como respuesta a «las últimas decisiones del Consejo Superior de Deportes».
Una de ellas, referente al calendario de la competición en la Primera División. Si bien dio la razón a la federación frente a la LFP en el inicio de la competición (la Liga pedía que fuese este fin de semana y la RFEF quiso retrasarla hasta el día 22), admitió la impugnación de la LFP después de que Villar adelantase al 26 de agosto el Getafe-Barcelona de la jornada número 10, que implicaba el retraso de esa fecha y arrastrando a todas las jornadas hasta el final.
Ahora Villar mostró su disconformidad con lo que considera un tardío final de Primera División cuando en su momento se negó a que la Liga comenzase antes del 22 de agosto.
Es más, ahora envía al frente de batalla al seleccionador nacional Vicente del Bosque, que aceptó entrar en este sucio juego para defender a su jefe y espetó: «Nadie piensa en España, no se tienen en cuenta los intereses de la selección. Alguno pensará que por una semana qué más da. Pero no, sí que da. Muchos internacionales juegan en equipos extranjeros y por lo tanto, terminarán antes la competición doméstica que los que juegan en España».
Lo que no explicó Del Bosque es que su presidente Villar votó en contra del inicio tempranero de la Liga (siendo consciente de que lo habitual es que el Real Madrid y Barcelona estén en pugna hasta las últimas jornadas), del mismo modo que votó a favor como vicepresidente de la UEFA el 18 de septiembre del 2014 de que la final de la Champions League se disputase en Milán con fecha 28 de mayo de 2015, cuando sabía que la Eurocopa que se celebrará este año en Francia comenzaría el 10 de junio.
Villar evitó entonces tomar una decisión que protegiese los intereses de una selección española que ahora Del Bosque considera ninguneada, ya que el presidente de la RFEF no tuvo en cuenta los precedentes históricos recientes en los que Real Madrid y Barcelona se han erigido en habituales contendientes en la final de la Copa de Europa. En aquella ocasión, Vicente del Bosque no opinó públicamente acerca del gesto de su presidente.
Tampoco lo hizo en el año 2012, cuando Villar situó la final de la Copa del Rey el 25 de mayo sabedor de que la Eurocopa arrancaba el 8 de junio y que entre el Athletic de Bilbao y el Barcelona (finalistas coperos) reunían a casi una decena de internacionales.
Villar y Del Bosque acuden ahora al agravio como argumento, cuando han tenido en su mano (siempre por el camino de la concordia) soluciones diversas al margen de la guerra actual en la que el presidente de la Federación Española de Fútbol ha sumergido al fútbol.