El TAS anula la norma que prohibía competir a las mujeres con altos niveles de testosterona

Jacobo Castro / M. P. R. REDACCIÓN

DEPORTES

Manjunath Kiran

La resolución del TAS anula la norma durante dos años y da este tiempo a la IAAF y al COI para demostar que un mayor nivel de testosterona da realmente ventaja

29 jul 2015 . Actualizado a las 20:25 h.

El Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) ha decidido anular la Norma de Hiperandrogenismo, la cual pretendía diferenciar a las mujeres con altos niveles de testosterona del resto. Para esto, se llevaban a cabo exámenes médicos adicionales a las atletas que presentaban un nivel alto de testosterona y de esa manera se decidía quien era mujer y quien no, con el fin de que no hubiese ventajas competitivas. Esta norma entendía que las mujeres que presentasen una producción de diez nanomoles de testosterona, el cuádruple de lo que se considera normal, era considerado una ventaja competitiva para las atletas. Esta norma solo dejaba una salida a las atletas: someterse a tratamientos antiandrógenos y operarse plásticamente de los órganos sexuales.

Esto es a lo que precisamente se negó Dutee Chand, que se ha convertido en protagonista histórica de la anulación de esta Norma. La joven recibió la prohibición de no competir durante dos años en el 2014, después de haber mostrado unos niveles de testosterona muy altos. Al ver esta sanción, decidió recurrir al TAS. Finalmente, el Tribunal le ha dado la razón.

El TAS ha sentenciado que la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) debe suspender de forma provisional durante dos años la mencionada norma, ya que entiende que no se ha demostrado aún que un alto nivel de producción de testosterona genere una ventaja con respecto al resto de mujeres. «Aunque los eventos deportivos están divididos arbitrariamente en categorías masculina y femenina, el sexo en el ser humano no es tan binario: la naturaleza no es neta. No hay un solo aspecto determinante del sexo», señala el tribunal. Por lo tanto, sentencia que «todas aquellas mujeres que padezcan de hiperandrogenismo podrán competir con el resto de mujeres, siempre y cuando reduzcan sus niveles de andrógenos o si logran demostrar que su cuerpo genera cierta resistencia a esos andrógenos y por tanto no suponen una ventaja para ella».

La protagonista, Dutee Chand, afirmó a la agencia PTI estar «desando volver a correr». «Nunca perdí la esperanza. Correr es lo que más amo», aseguró. Posteriormente, a través de sus abogados, admitió que lo que ha tenido que afrontar los dos últimos años «no ha sido justo». La norma que ha conseguido cambiar Chand con su apelación, fue creada después del caso de Caster Semenya.

DYLAN MARTINEZ | Reuters

El caso de Semenya es particular. Tras ganar la final del Campeonato Mundial de Atletismo de Berlin de 2009, el resto de corredoras elevaron las sospechas sobre el sexo de la ganadora, a lo que la IAAF respondió haciendo público que había pedido una prueba de verificación de sexo en las semanas anteriores al campeonato, ya que unas pruebas anteriores realizadas en Sudáfrica mostraban unos niveles de testosterona superiores a lo normal. Las pruebas posteriores mostraron que por una anomalía cromosómica, no tenía ni útero ni ovarios, pero sí testículos internos.

Tras esto, Semenya logró llegar a un acuerdo con la IAAF para mantener su medalla y el dinero del premio de su triunfo en Berlín. Sin embargo, esto no evito que estuviese once meses sin competir. Finalmente en julio del 2010, la federación aceptó las conclusiones de un grupo de médicos que afirmó que Semenya podía competir como cualquier otra mujer y volvió a las pistas otra vez.

Ahora el IAAF y el Comité Olímpico Internacional (COI) que se habían mostrado favorables a la norma, tienen hasta el 24 de julio del 2017 para demostrar de forma científica que un nivel mayor de testosterona da una mayor ventaja. Si esto no es así, la regla será declarada nula y no habrá posibilidad de ser apelada.