La liberación de Iker

Colpisa

DEPORTES

Ballesteros / Efe

El final de su etapa en el Real Madrid supondrá también acabar con el cisma que ha generado su figura en la afición

11 jul 2015 . Actualizado a las 02:15 h.

Hace un lustro, cuando Iker Casillas acababa de conquistar el Mundial de Sudáfrica con España y José Mourinho aterrizaba como técnico del Real Madrid, nadie podría imaginarse que el guardameta más laureado de la historia dejaría el club blanco enfrentado a su presidente, abucheado por buena parte de la afición y con destino al Oporto, un clásico de la Champions pero ni de lejos un equipo 'top' de la gran Europa. Sin embargo, ahora la marcha del mostoleño representa una liberación para él y para el club blanco, sobre todo porque las dos partes no han gestionado bien un problema que se les enquistó y pudieron resolver cuando hace dos campañas Iker levantó la décima 'orejona' en la final de Lisboa. Entonces, nadie dio un paso al frente y el matrimonio aguantó por rutina. Pero el divorcio estaba cantado. Tras muchos tiras y aflojas y flecos que en las últimas horas amenazaron incluso con echar por tierra la operación, Casillas se marcha al fútbol portugués sin perdonarle prácticamente nada al Real Madrid y sin querer despedirse en un acto multitudinario en el Palco del Bernabéu junto al presidente Florentino Pérez. Tras las críticas recibidas por las salidas en falso de otros iconos del madridismo como Raúl, Fernando Hierro y en menor medida Guti, el club deseaba un adiós más pomposo y mejor organizado. Pero el portero entiende que la cúpula del club no le ha defendido ni apoyado en los últimos años y le ha mostrado la puerta de salida. Por eso no quiere abrazos ni sonrisas falsas; prefiere despedirse en una conferencia de prensa que tendrá lugar este fin de semana y a la que asistirá buena parte de la plantilla. Previsiblemente el lunes, se incorporará a la concentración de su nuevo equipo en Holanda, ya a las órdenes del técnico guipuzcoano Julen Lopetegui

Ya con el ganar del paso del tiempo, que suele cicatrizar heridas, Casillas sí podría recibir un homenaje de la afición en el Trofeo Santiago Bernabéu, que se disputará entre el 14 y el 16 de agosto, justo la semana previa al comienzo de la Liga, y que podría medir al Real Madrid y al Oporto, aunque los lusos tienen el problema de que abren la Liga el 16 de agosto ante el Vitoria de Guimaraens. Si al final ambas entidades se ponen de acuerdo con las fechas, Iker podría saludar a la afición igual que hizo Raúl en 2013, con mucho retraso aunque más vale tarde que nunca

Renuncia ficticia Entre unas cosas y otras, Casillas recibirá 15 millones brutos durante sus dos campañas que firmará en el Oporto. Algunas fuentes aseguran que ha renunciado al tercer año de contrato, pero esa información tiene trampa, ya que el vínculo sólo estaba garantizado si disputaba un mínimo de 30 partidos el curso anterior. Su adiós estaba casi sellado desde el miércoles, pero se torció en la tarde del jueves por dos problemas. Primero, el asunto de la fiscalidad. Si todo su salario se lo abonase oficialmente el Oporto, tendría que tributar al 56%. Pero si le sigue pagando el Real Madrid, declararía a Hacienda como «un trabajador con residencia no habitual» en Portugal, y el portero tributaría al 20%. Al final, Florentino Pérez y y el director general del club, José Angel Sánchez, tuvieron que dar su brazo a torcer. La segunda dificultad surgió con las comisiones que exigían tanto Carlos Cutropía, representante de Iker, como el intermediario Santos Márquez, y el agente Carlos Bucero, que en su día trabajó para el Real Madrid. Pese a la bronca de una operación mal gestada, peor desarrollada y parida con fórceps, el alumbramiento tenía que llegar. El Real Madrid no se podría permitir que el mundo viera a Iker pasando este viernes el reconocimiento médico en Valdebebas y subiéndose el domingo en un avión para incorporarse a la gira por Australia y Asia, ni el portero ver más dañada una imagen de pesetero. Presente en la charla que dio el jueves Rafa Benítez a la plantilla en Valdebebas, donde se dio un medio abrazo desganado con Florentino, Iker acudió al día siguiente a Valdebebas pero se marchó poco después para ultimar las negociaciones con el Oporto

Solventado el asunto de Casillas, el Real Madrid acelera para desbloquear la situación con el Manchester United y poder presentar a David De Gea cuanto antes. El coste no bajará de los 30 millones, aunque Keylor Navas, muy del agrado de Louis Van Gaal, técnico de los 'diablos rojos', podría facilitar uno de los grandes movimientos del verano. El costarricense está lesionado en el tendón de Aquiles, posee contrato hasta 2020 pero no quiere volver a vivir la misma situación del curso pasado. Para ser suplente y entrar sólo en alguna rotación, preferiría salir este verano. Mientras tanto, algunas fuentes dan por hecho ya el acuerdo con el espanyolista Kiko Casilla, concentrado con su equipo en el Valle de Arán. Repescar al portero internacional no bajaría de 6 millones, aunque el Real Madrid sólo ofrecía, en un principio, la mitad