Villar y la guerra que se avecina

Fernando Hidalgo Urizar
Fernando Hidalgo REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Victor Lerena

El presidente de la federación, debilitado por los últimos acontecimientos, teme encontrarse en las elecciones del 2016 una dura oposición para repetir mandato

09 jun 2015 . Actualizado a las 09:06 h.

El próximo año será caliente en el fútbol español. En el 2016 tocan elecciones a la presidencia de la Federación Española de Fútbol. Y, a día de hoy, suenan fuerte los tambores de guerra de una lucha sin cuartel por el poder de una poltrona que ha tenido en Ángel María Villar a un dirigente inamovible desde 1988. Lleva 27 años en el poder y pretende sumar otros cuatro más.

Villar fue reelegido por última vez el 16 de febrero del 2012. Entonces arrasó. Concurría como único candidato y recibió un contundente respaldo de los 179 asambleístas. Votaron a favor 161, cinco en blanco, y uno nulo. Un triunfo incontestable poco menos de un mes después de su 62 cumpleaños.

Pero las circunstancias han cambiado considerablemente. Se asemejan más a lo acontecido en el 2004, cuando tuvo de verdad un adversario, salido además de la propia federación. Fue cuando el gallego Gerardo González Otero, que había sido su secretario general, desafío el vasco, desatándose una guerra tremenda que concluyó con la victoria de Villar por 98 votos a 78.

Ahora, o mucho cambian las cosas, o la guerra será más virulenta. Los últimos acontecimientos nos muestran un Villar más debilitado. Derrotado en todos los frentes en los que se ha movido en los últimos meses, tiene un enemigo poderoso y que ha ganado cotas de poder, Javier Tebas. El presidente de la Liga ha manifestado públicamente que intentará el asalto a la federación. Y no tanto porque él se vaya a presentar, sino por desalojar al actual inquilino de Las Rozas. Según dijo Tebas: «El fútbol profesional se ha hartado de Villar y dice: ¡Basta ya!. En las próximas elecciones se buscará a alguien que intente ganar y que ese castillo (la federación de Villar) se convierta en el castillo de la transparencia y de la libertad y no el del chantaje y la coacción al fútbol profesional».

¿Quién será el candidato?

¿Quién será la persona? Obviamente, queda mucho tiempo hasta las elecciones, pero Tebas dejó claro que buscará uno. En principio, no parece probable que este sea Miguel Ángel Galán, presidente de Cenafe Escuelas. Galán anunció a finales del pasado año que concurriría a las elecciones del 2016. Lo hará bajo la plataforma Un Tiempo Nuevo. Hizo el anuncio «como alternativa al eternizado Ángel María Villar Llona» tras haberlo «meditado mucho tiempo». Y calificó su batalla contra el actual presidente como la «lucha dura de David contra Goliat. Todavía queda tiempo hasta febrero de 2016, pero si se quiere hacer una candidatura fuerte y con garantía hay que empezar ya a captar a esos miembros de la asamblea para ser alternativa».

De partida, nadie le da opciones a Galán, al que no se le ven apoyos suficientes. Villar no se ha preocupado lo más mínimo por el único candidato que ha explicitado su deseo de sucederle. Pero sí que está asustado, y mucho, por la posibilidad de que Tebas aproveche su delicado momento. No hay que olvidar que Villar no ha parado de recibir bofetadas en los últimos tiempos. Por un lado, no ha hecho mella en Cardenal a pesar de la dura ofensiva que emprendió contra él desde que comenzó a fiscalizarle las cuentas. Presionó todo cuanto pudo al Gobierno para que no saliera adelante el proyecto de venta de los derechos televisivos. Fracasó y además fue ninguneado en la confección del mismo y en su capacidad para repartir dinero.

Por último, el escándalo de corrupción en la FIFA le ha pillado con el pie cambiado. Hasta tal punto que ha cometido un error estratégico importantísimo, al apoyar a Blatter, ya un cadáver en el mundo de la política futbolística.

Su silencio

Villar mantiene ahora un significativo silencio. Está agazapado, a la espera de ver por dónde transcurren los acontecimientos. Jugando a que pase el tiempo, a que haya elecciones en España y a que su azote, Miguel Cardenal, deje de ser secretario de estado para el Deporte. Igualmente, espera la evolución de las investigaciones del FBI y de la fiscalía suiza.

La guerra está servida.