El central y el mediocentro subieron a Segunda B, con Luisito en el banquillo, tras cuatro años en Tercera, en una situación idéntica a la actual
22 may 2015 . Actualizado a las 17:55 h.El fútbol, muchas veces, es cíclico y caprichoso. El Club Deportivo Ourense de la campaña 2001/2012 guarda enormes similitudes con el actual Pontevedra. Tantas, que aquellos supervivientes de la aventura rojilla que hoy en día militan en la disciplina granate confían ciegamente en que se puede volver a protagonizar la gesta de un ascenso de categoría.
Luisito llegó al banquillo ourensanista a mitad de curso (tal y como ocurriría en el presente campeonato, cuando sustituyó a Manu Fernández, con la meta del ascenso). Uno de sus antecesores en el cargo (en ambos equipos) fue Patxi Salinas, que lo intentó en ambos proyectos, pero que no lo logró en ninguno.
Antes, como ahora, se intentaba el asalto a la Segunda B tras cuatro temporadas sumidos en el pozo de la Tercera. En las dos ocasiones se había conformado un bloque compacto y con hambre de triunfos y en ambas coincidirían dos jugadores: Campillo y Mouriño.
Estos dos futbolistas, de la mano del técnico de Teo, lo lograron entonces y lo volverán a intentar desde este próximo domingo. El mediocentro resalta que «Ourense y Pontevedra son dos ciudades de fútbol, con mucha afición, aunque aquí existe mucha más historia. Hay muchísimas ganas de hacerlo bien».
El centrocampista porriñés resalta además que «es evidente que a este equipo no le corresponde, ni mucho menos, jugar en esta liga», y confiesa que «a Luisito le veo las mismas ganas que tenía entonces para lograr el objetivo».
Su compañero en la zaga, Campillo, disputó aquella promoción en el mismo vestuario y lo volverá a hacer en esta siendo protagonista. «La situación es similar. La gran diferencia es que en Ourense conseguimos el título en la última jornada y aquí lo hemos podido asimilar con más tiempo, pero existen las mismas ganas, o incluso más que entonces de subir», asegura, «quizás porque ahora tengo más años y lo veo de otra manera».
El zaguero dice estar «deseando enfrentarnos al Mensajero» y no duda en aseverar que «más ganas de estar el próximo año en Segunda B no tiene nadie».
El uno y el otro experimentan en estos días previos al primer encuentro del play-off vivencias y recuerdos de hace ahora tres años. No hay consignas preestablecidas, no hay ritos concretos, pero sí son conscientes que un buen papel en ambos partido, «logrando cualquier resultado positivo que implique ganar», como dice Mouriño, o «un 0-2 en Canarias y un 2-0 en Pasarón», como apuesta Campillo, serían la guinda a un gran año deportivo commo granates.
Media docena de experiencias
En el vestuario granate son muchos los jugadores que han vivido experiencias en fases de ascenso. Además del técnico y de los dos exourensanistas, hombres como Centrón, Capi (a Segunda División), Tubo, Jacobo o Fandiño también saben la tensión que emana de estas eliminatorias.
El central reconoce que «más ganas que nosotros de subir de categoría no tiene nadie»
El mediocentro cree que «es evidente que a este equipo no le corresponde jugar en esta liga»