Sensaciones positivas y un rival muy superior

Fernando Rey Tapias LA PIZARRA

DEPORTES

11 may 2015 . Actualizado a las 10:16 h.

Ganó con una superioridad inapelable Andy Murray, que condujo siempre el partido a donde quiso. El escocés llevó la iniciativa, sacó mejor, restó con más agresividad y jugó muy bien de los dos lados. En cambio, Nadal respondió con problemas el saque del rival, sirvió regular y, sobre todo, la mayoría de sus reveses quedaron cortos, al mismo tiempo que no fue capaz de tomar la iniciativa en ningún momento.

Para ganar a Murray en la tierra de Madrid, una de las premisas para Nadal era endurecer mucho el partido, unas condiciones en las que el escocés podía resentirse física y mentalmente, al desequilibrarse. No sucedió nunca porque ambos sets comenzaron con 3-0 a favor del escocés. Unos arranques que disiparon la tensión desde el punto de vista mental para Andy. Rafa siempre fue a remolque y salvo en contadísimos momentos el partido estuvo controlado por su oponente.

Por todos esos motivos hay que destacar el partidazo del escocés y la buena planificación que le condujo a este rendimiento en Madrid. No jugó el Trofeo Conde de Godó en Barcelona porque prefirió entrenar once días como preparación para las citas de Múnich y Madrid. Un enfoque que le dio un resultado estupendo y nos recuerda el valor de aspectos invisibles como son la planificación y los entrenamientos.

En cuanto a Rafa, dio en Madrid un paso más para recupera su mejor nivel. Acumula una experiencia más en el camino que emprende para recobrar la confianza. Madrid ha sido un paso adelante para él. Excluida la final, durante el torneo fue de menos a más y contra Berdych sintió muy buenas sensaciones sacando y golpeando bien los goles de ataque. Contra Murray, un rival ya más complicado, no consiguió coger la confianza necesaria por la presión a la que le sometió el rival, sin dejarle bolas de transición ni concederle nunca el dominio.

Un torneo positivo para Nadal, pues midió en qué estado se encuentra. Y debemos recordar que a estas alturas de la temporada pasada Nishikori le derrotaba en la final de Madrid hasta que se lesionó.

Por tanto, en los últimos siete días llenamos la libreta de anotaciones positivas para Nadal de cara a Roma y Roland Garros, pero también constatamos una progresión de Murray en tierra que habrá que testar en partidos a cinco sets en París.