Leo destroza la pizarra de Pep

Pablo Gómez Cundíns
pablo gómez REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Gustau Nacarino | REUTERS

La mayor versatilidad táctica alemana topó con la calidad individual culé

07 may 2015 . Actualizado a las 14:46 h.

Apasionante partido el presenciado ayer en el Camp Nou, en todos los sentidos futbolísticos. Desde el ímpetu del Barcelona y el Bayern en los primeros minutos hasta la euforia final. Guardiola le ganó claramente la partida táctica a Luis Enrique y el Bayern demostró más flexibilidad, pero en el fútbol moderno ya no ganan los partidos los mejores equipos, sino los que tienen a Lionel Messi y a Cristiano Ronaldo (con la excepción juventina que confirma la regla).

Arranque

Oda al fútbol ofensivo

Ambos equipos emplearon los minutos de reconocimiento en darse sopapos con la aparente intención de solventar la eliminatoria por la vía rápida. No fue posible, pero el poso que dejó el primer cuarto de hora no pudo ser más saludable.

El ritmo de la presión de Barcelona y Bayern era tan intensa que se antojaba imposible de mantener noventa minutos. Además, parecía ineficaz porque ambos la superaban con toque y posesión de balón. Luis Enrique situó a Messi de falso nueve, pero pronto fijó a Luis Suárez como delantero centro, a pesar de que el rival comenzó marcando al hombre. Guardiola formó con un 3-5-2 con Boateng y Benatia cerrando, Thiago en banda y Lewandowsky y Muller como referentes arriba, pero no se prodigaron en el disparo.

Cambio de planes

Catorce minutos y defensa de cuatro

Personalidad a todo campo. El Barça se crece y toma el mando. Sin embargo, 53% de posesión para el Bayern. Guardiola ordena una defensa de cuatro, y justo en ese momento Luis Suárez y Neymar conectan la ocasión más clara. Surge la duda. ¿Se evitó el gol por ese hombre más en la zaga o se generó esa ocasión por la inferioridad en mediocampo? Apasionante duelo táctico.

El Barça se crece

Pep, más activo

Aunque las ocasiones se suceden incluso a contragolpes, Luis Enrique permanece más estático porque su Barça va ganando terreno poco a poco. Guardiola recupera la defensa de tres.

Los porteros

El guardameta moderno

Neuer y Ter Stegen sonrojarían a la Araña Negra por su concepto de fútbol. Deliciosa la manera en la que inician la jugada, cómo manejan el pie. Infalibles en la defensa. El del Bayern, con un mundo entre él y su línea de zagueros.

Actitud

El Bayern, a remolque

El último tramo del primer tiempo arrojó un Barcelona dominante instalado en la frontal del área alemana, aunque desacertado en la definición. El Bayern se vio obligado a ajustar su tarea defensiva, no tanto en la acumulación, sino en la disposición y la cobertura. Era la única manera de neutralizar el talento de Messi.

Segunda parte

El Bayern sale mejor, pero pierde el control táctico. Hasta que rectifica.

Josep Guardiola lleva el peso táctico del partido. Se podría decir que el choque se desnivela al antojo del entrenador catalán, aunque no siempre con consecuencias positivas. Sale el equipo alemán con más ímpetu tras el descanso, pero no domina porque Pep apuesta por la defensa de cuatro y con ello pierde el control del centro del campo. Lo recupera cuando regresa a la zaga de tres. Busquets se ve superado en estos momentos. El Bayern arriesga y apura los límites del campo. Llega más. La metáfora del espejo entre ambos equipos que resumía la previa de esta semifinal se va matizando en la pizarra.

Siguiente fase

Otra vez catorce minutos

La versatilidad alemana tuvo la misma duración que en la primera parte. Catorce minutos. Otra vez la calidad de Messi y compañía (en este caso Neymar, antes había sido Luis Suárez) desatascó el centro del campo.

Los goles

Hasta que llegó su hora

Leo Messi empató con Cristiano Ronaldo como máximo goleador histórico de la Liga de Campeones (76 tantos). Lo hizo en un momento en el que Luis Enrique se veía superado por Guardiola y el Bayern pisaba área con demasiada facilidad. Primero fue dejando en evidencia a un Bernat que recibió de Neuer un balón ciertamente comprometido. Minutos después, Boateng sufrió uno de los mayores escarnios futbolísticos de los últimos tiempos. El gol de Neymar en contragolpe fue ya con el partido roto.

Cambios

Intrascendentes

La entrada de Götze por Müller (único cambio alemán) no sirvió de nada. Los del Barça, de refresco para mantener a raya al Bayern.