El Barcelona exuda pegada y fondo físico

Efe

DEPORTES

El equipo de Luis Enrique llega en una forma pletórica y con sus tres delanteros batiendo registros goleadores

29 abr 2015 . Actualizado a las 19:44 h.

La nueva goleada del Barcelona en la Liga, esta vez en contra el Getafe por 6-0, volvió a poner de manifiesto la pasada noche en el Camp Nou que el equipo de Luis Enrique disfruta de uno de los mejores tridentes en ataque de la historia reciente del club catalán. Un total de 102 goles desde que arrancó el campeonato en todas las competiciones avalan el momento dulce de Lionel Messi (49), Luis Suárez (21) y Neymar Jr (32), quienes anoche anotaron cinco de los seis tantos, siendo el capitán del equipo, Xavi Hernández, el cuarto goleador.

A pesar del atropello del Barça al Getafe, especialmente en una primera parte imponente e insuperable de los azulgrana, Luis Enrique volvió a mostrarse como si estuviera atado de pies y manos a la hora de realizar los cambios, llevando a cabo unas permutas en la segunda parte nada habituales y totalmente desconcertantes. Así, y después de algunos malentendidos que han florecido por las decisiones adoptadas por el técnico a la hora de sentar a jugadores en el banquillo, que tuvieron su momento álgido con Messi fuera del once en el partido de Anoeta, Luis Enrique ha optado por dar a entender que no hay fondo de armario en ataque y que con el trío es con el que llegará a final de temporada.

La buena noticia para el entrenador, y para el Barcelona, es que el fondo físico del grupo azulgrana es espectacular, llegándose al tramo final de la temporada como si sus jugadores no tuviesen ninguna carga en la cincuentena de partidos ya disputados. La situación de la delantera barcelonista, con un inmovilismo absoluto en las rotaciones de otras demarcaciones, ha restado cualquier protagonismo a un jugador que se ha ido apagando como Pedro Rodríguez, que ayer entró en el campo en la segunda parte sustituyendo a Xavi Hernández, en una de las permutas escasamente entendibles.

LLUIS GENE | Afp

Así, el poderío del trío de atacantes ha anulado cualquier competencia en la delantera azulgrana para aquel que aspirase a discutirle la titularidad no sólo a Messi, sino a Suárez o a Neymar, y más después de la gestualidad de estos dos últimos en los últimos cambios en los que Luis Enrique los sentó en el banquillo, dando a entender que con ellos no va eso de las rotaciones, y menos durante un partido. El Barcelona ya vivió al inicio del 2015 un momento complicado, cuando tras el parón navideño Luis Enrique pretendió aplicar el sentido común y envió de inicio a Messi al banquillo en Anoeta después de que el argentino no completase entrenamientos suficientes para tener el ritmo de competición.

Aquella decisión técnica estuvo a punto de llevarse por delante no sólo al entrenador, sino al club. Una tensión durante unos días que concluyó con el presidente, Josep Maria Bartomeu, adelantando las elecciones a este verano, destituyendo a Zubizarreta y llegando a una serie de pactos de mínimos en el vestuario para frenar un momento que, a pesar de que ya queda un poco lejano, estuvo de un implosión en el club.

Desde entonces, y tras unos supuestos acuerdos de no agresión, el Barça ha ido como una seda, hasta que algunos cambios propuestos por Luis Enrique en la delantera han devuelto las caras largas a los afectados, en este caso Luis Suárez y Neymar, situación que el asturiano ha cortado de raíz, dándoles continuidad los 90 minutos en los que han sido alineados, y ello sin que Messi se contemple para cualquier rotación.

Al margen de ello, el Barcelona ha puesto rumbo a sus objetivos de esta temporada, y con una condición física magnífica, se está mostrando intratable, como anoche volvió a evidenciar en una nueva goleada por 6-0, la tercera que firma esta temporada después de haber propinado idénticas palizas al Granada y al Elche, mientras que al Rayo le endosó un 6-1, siendo el resultado más abultado de esta temporada el 8-1 que el Barça firmó contra el Huesca en la Copa.