Kilómetros para frenar la pegada

antón bruquetas REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

DANI POZO | AFP

El Atlético se vació en el Calderón para contrarrestar el empuje del Madrid

16 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

«Son muy buenos y para que no nos generen tantas ocasiones como en la primera parte tenemos que ser más intensos y conseguir una complicidad mayor a la hora de atacar». Dicen, quienes están a su lado trabajando, que no hay nadie que supere las ganas de ganar de Simeone. Esas mismas que intenta transmitir a cada uno de sus jugadores y las mismas que exhibió en el campo cuando vestía de corto. Voracidad llevada al extremo, pasión por triunfar. Por eso, al técnico argentino le quedó un poso amargo al terminar el partido de ida de la Champions ante el Madrid. El empate a cero que iluminaba el videomarcador del Calderón era un gran resultado, pero Simeone cree que sus futbolistas aún guardan una muesca más de esfuerzo para tumbar al Madrid. Con ella sobre la hierba, no habrían sufrido tanto como en la primera parte.

Y eso que no se puede decir que los rojiblancos no se vaciasen para contrarrestar la circulación de balón y la pegada de su vecino de la Castellana. En global, el Atlético corrió 6,7 kilómetros más que el Real Madrid (109,9 frente a 103,2). Hasta siete futbolistas, Mandzukic, Koke, Gabi, Arda, Mario, Juanfran y Siqueira, sobrepasaron la barrera de los diez kilómetros durante el encuentro. En el conjunto blanco la nómina de esforzados se limitó a tres piezas: Bale, James y Modric. En esta ocasión, Kroos, el madridista que más zancadas ha dado por parte de los de Ancelotti en toda la Champions, con 88, no superó la marca. Se quedó en 9.953 metros. De media, cada pieza del Atlético hizo 500 metros más que su oponente. «Trabajamos mucho en un partido muy duro», resumió uno de los destacados del choque, el portero Jan Oblak, que con sus intervenciones empieza a dejar a Courtois en el olvido.

En el lado del Madrid, la nota positiva la puso Bale. El galés, en entredicho por su aparente falta de compromiso a la hora de defender, lo que provocó que el equipo se despedazase en más de una ocasión a lo largo de esta temporada, fue el segundo jugador de Ancelotti que más corrió en el Calderón (10.530 metros). Solo James derramó más gotas de sudor (10.736). Bale acabó el enfrentamiento con un kilómetro más que Cristiano Ronaldo (9.514 metros). El cambio de mentalidad del extremo propició que se viese a un Madrid más solidario, próximo a su mejor versión.

Cuestión de precisión

Pero desgraciadamente para el actual campeón de Europa, pasar esta eliminatoria no es solo una cuestión de compromiso, también le exigirá una precisión milimétrica. El Atlético, con la batuta de Simeone, se ha especializado en achicar espacios. Y en las dimensiones reducidas, solo el talento y la creatividad son capaces de apelmazar el músculo. Bale, por ejemplo, fue también el jugador con peor porcentaje en el pase de su equipo. Mientras la media de los jugadores de campo se situó en el 80%, él ni siquiera superó el 70%.