La experiencia dice que las urgencias no son buenas y así lo confirmó la visita del Sevilla que, en vísperas del encuentro, calificamos como una urgencia. La derrota del partido (3-4) vuelve a sembrar el temor, según se advertía en el titular que aparecía ayer en la primera página de La Voz: Vuelve el sufrimiento, tres palabras que dejan claro las consecuencias de esta derrota, con fallos que deben corregirse antes de que sea tarde y no tenga remedio. Hay tiempo por delante para defender la posición actual en la tabla donde aparece el Deportivo escapando de un descenso, pero amenazado por otros competidores. Es sabido como puede cambiar la clasificación de un partido a otro. Esta advertencia pide dejar de lado a un triunfalismo falso y afrontar la realidad de cara, sin disimulos que hacen creer al fiel seguidor que llegarán unos triunfos que pasan de largo y engrosan la puntuación de otros equipos.
Nos parece que lo aconsejable es pasar hoja intentando mejorar lo que no se está haciendo bien, que no es bueno porque de serlo, no veríamos al Deportivo tan abajo. No en culpar a la mala suerte, ni al árbitro. Es más beneficioso reconocer que el peligro llega a un equipo porque solo ganó ¡dos de los últimos nueve partidos disputados! El balance es un muy claro y lo dice todo, haciendo innecesario alargar el comentario con argumentos que puedan parecer irrebatibles. Confiemos que el futuro ofrezca una mejoría y ayude a mantener esa esperanza permanente que abriga el ánimo de los aficionados coruñeses.