Villar no aclaró a los auditores las numerosas irregularidades contables

Fernando Hidalgo Urizar
fernando Hidalgo REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Alberto Morante | EFE

Las cuentas de la Federación Española de Fútbol presentan salvedades y gastos sin justificar

30 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Mientras Ángel María Villar va a la guerra y acusa a Miguel Cardenal de un exceso de intervencionismo del Estado en las cosas del fútbol, intenta dejar en un segundo plano lo que parece ser una de las principales razones del enfrentamiento entre el presidente de la Federación Española de Fútbol y el secretario de Estado para el Deporte: las cuentas federativas.

La auditoría realizada al ente federativo se encontró con numerosas irregularidades y falta de información. Sobre todo, gastos sin justificar convenientemente. Desde entonces, Villar ha sido requerido para que resuelva las dudas sobre determinados desembolsos. Por ejemplo, según publicó el diario El País en diciembre, la inspección detectó falta de justificantes por unos dos millones de euros, refiriéndose este dinero a parte de la subvención concedida a la federación procedente de las quinielas para obras y equipamientos de fútbol no profesional.

Según han confirmado a este periódico fuentes conocedoras de la situación, son numerosas las irregularidades contables que se han encontrado en la entidad presidida por Villar. Sin ir más lejos, La Voz informó el 11 de diciembre pasado que Villar concedía créditos a las federaciones territoriales de forma irregular. Como si de un chiringuito particular se tratara, el dirigente no acreditó ningún tipo de criterio sobre la concesión de dichos préstamos. Ni tiempo de devolución, ni tampoco los intereses. Esto fue calificado por la empresa BDO, autora del informe de auditoría, como una irregularidad muy grave. Entre los créditos concedidos por Villar se encontraba la Federación Gallega, destinataria de 570.000 euros, la segunda tras la catalana que más dinero recibió. Al margen de todo esto, el informe de BDO reflejó numerosas salvedades contables.

Fruto de tanta incertidumbre, a Villar se le pidieron aclaraciones que, según se desprende de las palabras del propio secretario de Estado para el Deporte, nunca fueron atendidas. Y mientras el directivo no da respuestas sobre los gastos y las irregularidades, se ha enfrascado en una guerra contra Miguel Cardenal, utilizando toda la maquinaria del fútbol en lo que constituye un chantaje intolerable al Estado español y en una presión que roza lo mafioso sobre la persona del presidente del CSD, a quien intentan perjudicar en foros internacionales, al tiempo que le ponen en el disparadero en España.

¿Ganará Villar el pulso como lo ganó en el 2008? De hacerlo demostraría la incapacidad del estado de derecho para poner coto a los desmanes que se cometen bajo el paraguas del fútbol.