El Pontevedra resolvió a balón parado tras el descanso el duelo ante un rival reservón
25 ene 2015 . Actualizado a las 21:59 h.No fue el de ayer un partido para recordar por su brillantez, pero sí una nueva muestra de que el Pontevedra cuenta con recursos para mantener una trayectoria casi impecable que le afianza jornada tras jornada al frente de la tabla de Tercera. Después de un primer tiempo trabado, en el que el planteamiento ultradefensivo del Ribadeo maniató a un equipo granate que mostró dificultades para hacer circular el balón con velocidad y crear así peligro, tras el descanso dos acciones a balón parado encarrilaron el triunfo local. Y ya en el minuto 71, con el partido decidido, Jacobo puso la sentencia a un choque en el que la ambición local obtuvo como premio los tres puntos y dejó sin botín a un Ribadeo que dio la impresión de venir con la única intención de buscar un empate y, como suele suceder en estos casos, acabó encajando una derrota.
El guion del partido quedó claro desde el inicio. El Ribadeo salió con defensa de cinco, con Dapo y Andrés por delante, intentando cortocircuitar el centro del campo local y confiando sus opciones a que David aprovechase algún balón largo arriba. Con este planteamiento, el Pontevedra fue el dueño del balón, pero lo cierto es que no logró encontrar espacios y su única ocasión clara durante la primera media hora se limitó a un disparo mordido de Jacobo desde la frontal que despejó con muchos apuros Kiko a córner.
El Ribadeo, por su parte, apenas logró superar el centro del campo, pero aun así gozó de la oportunidad más clara de este período con un disparo lejano de Rafa se envenenó y acabó siendo repelido por el larguero. A partir de entonces, el Pontevedra dio un paso adelante y llegó algo más a la meta visitante aunque con más empuje que claridad, pero no logró desnivelar el encuentro antes del descanso.
Visto lo visto, Luisito optó por retirar en el intermedio a Centrón, que no había estado afortunado en el costado izquierdo, para dar entrada a Jorge Rodríguez en punta junto a Carnero y el Pontevedra empezó a llegar con más claridad, aunque sería el balón parado el que resolvería el duelo. Pablo, en el minuto 48, y Campillo, en el 53, colocaron un 2 a 0 en el marcador que enterró las esperanzas de un Ribadeo que, curiosamente, a partir de entonces estiró sus líneas aprovechando la menor tensión local.
Jacobo puso la sentencia
Sin embargo, fue Jacobo el que, en el minuto 71, aprovechó un buen pase de Kevin Presa tras un robo en la salida del balón visitante para establecer el 3 a 0 definitivo. Un resultado que hizo justicia a la mayor ambición de un Pontevedra que, gracias al empate entre el Cerceda y el deportivo B, se destaca un poco más en la cabeza de la clasificación.