Nadal tuvo un amago de reacción en los terceros juegos de ambas mangas. En la primera dispuso de tres bolas para romper el saque a Murray y en la segunda cinco, pero entre la inspiración del escocés y la falta de acierto del español, el panorama no mejoró un ápice.
Murray se disparó a cerrar el triunfo por la vía rápida, pero aún así, en el quinto juego, con 4-0 ya en el electrónico, tuvo que salvar otras cuatro bolas de rotura, con lo que dejó a Nadal con un balance negro de 0-12.