Otro año en el que ganan las mujeres

javier bragado REDACCIÓN / COLPISA

DEPORTES

Javier Lizon

El deporte femenino español completa una temporada sobresaliente con nuevas conquistas mundiales

26 dic 2014 . Actualizado a las 09:26 h.

Ganaron a las mejores. Triunfaron en los diversos eventos internacionales. Sin duda, el 2014 fue otro año de éxito para la mujer española en el deporte. Mireia Belmonte se colgó cuatro oros mundiales y estableció tres plusmarcas universales. Carolina Marín se proclamó campeona del mundo de bádminton, la selección de gimnasia rítmica superó al resto en la prueba mundial de mazas por segundo año consecutivo, Ruth Beitia saltó más alto que ninguna atleta europea, las jugadoras del waterpolo reinaron en Europa y las del hockey patines conquistaron Europa. La selección de baloncesto se quedó a un solo paso del trono universal, la selección de fútbol se clasificó por primera vez para un Mundial y las guerreras del balonmano cerraron el año con un subcampeonato del mundo.

«El deporte femenino en España está mejorando mucho. Está viniendo una época buena que tenemos que aprovechar e intentar que se sepa», asegura Garbiñe Muguruza, tenista de 21 años que se situó entre las 20 primeras del ránking. «Ha sido una explosión bastante interesante, especialmente en el mundo acuático, y espero que siga así», añade Mireia Belmonte, uno de los iconos del fenómeno. «Se reconocen más los resultados que el papel de la mujer deportista. También sabemos que es difícil para nosotras meternos en un mundo como el deporte masculino en España. Para ello necesitamos resultados y así se gana un poco el respeto dentro del mundo del deporte», argumenta Nerea Pena, máxima goleadora de la final del Europeo de balonmano. No siempre fue así. «Era muy difícil. En Roma fuimos 17 mujeres de diferentes modalidades, pero a Tokio solo tres porque el equipo de gimnasia o las de esgrima no se clasificaron», explica Rita Pulido, dos veces olímpica y con la experiencia de una hija que compitió en Barcelona 92.

«A mi familia no le apetecía nada que hiciera deporte, que se me pusieran las espaldas como a un señor. Mi madre nunca estuvo de acuerdo, me dijo que era perder el tiempo. ¿Qué era eso de levantarse antes de ir al colegio para ir a entrenar? Eso no se podía llegar a entender. Se hacía con mucho esfuerzo. Fue mi padre quien accedió. Para compensar, antes del podio me iba al baño para pintarme las pestañas y parecer más feminidad», recuerda María Asunción Ballesté, quien compitió en la piscina en

Los referentes funcionan

«La verdad es que gracias a Mireia la gente ha empezado a saber un poco más de natación. Yo llevo 20 años nadando, he sido campeona de Europa y no se ha enterado nadie. Por eso digo que más vale tarde que nunca y gracias a ella la gente se ha dado cuenta de que hay nadadores muy buenos», explica Merche Peris. «Nosotras sabemos que las licencias del waterpolo femenino han aumentado mucho desde Londres 2012 y del Mundial de Barcelona. La gente se va enganchando y muchos padres nos dicen: ?mi hija me ha dicho que se quiere apuntar al waterpolo?. Esto antes era impensable».

Seis en el Europeo. Conquistó dos oros, dos platas y dos bronces. Por primera vez nadó una prueba de larga distancia -el 5.000- donde concluyó en la tercera posición.

Cuatro en Doha. Prácticamente todo lo que disputó, lo ganó. Estaba inscrita en seis pruebas y logró cuatro medallas de oro en el Mundial de piscina corta.

Tres en apenas diez días. Dos de sus cuatro oros en el Mundial de Doha, concluyeron con récord del mundo (400 estilos y 200 mariposa). Pocos días más tarde, en el Campeonato de España de Sabadell, pulverizó el de 1.500.