El Real Madrid se pasea ante el Cruz Azul y alcanza la final del Mundial de Clubes

Ignacio Tylko / Colpisa REDACCIÓN

DEPORTES

Chema Moya | Efe

Casillas paró su segundo penalti consecutivo en una noche plácida para los blancos

16 dic 2014 . Actualizado a las 22:36 h.

Jaleado por una afición marroquí entregada a sus estrellas y que convirtió el coqueto estadio de Marrakech en un pequeño Bernabéu, el Real Madrid apenas necesitó esforzarse para pasar por encima del esforzado pero discretísimo Cruz Azul mexicano y clasificarse para la final del Mundial de Clubes del próximo sábado, un título que con este formato aún falta en sus repletas vitrinas. Cuando juega bien, el equipo de Ancelotti ofrece espectáculo y arrolla. Si juega normal, se pasea. Y si se lo toma con calma, gana por inercia, por calidad, por su inmensa pegada y porque encima ha recuperado a Iker Casillas, a quien de nuevo sonríen la fortuna y el acierto.

El portero mostoleño sigue dudando en las salidas y sufre para atajar los balones en lugar de desviarlos, pero el pasado viernes detuvo un penalti que suponía el empate provisional en Almería y ante los animosos mexicanos le adivinó la intención a Torrado, un veterano centrocampista de 35 años muy conocido en España porque jugó en el Tenerife, Poli Ejido, Sevilla y Racing. A Sergio Ramos le sobró el gesto pero Pavone vio la piscina libre y se zambulló. El chileno Enrique Osses cayó en la trampa e indicó la pena máxima. El gol hubiera metido a los aztecas en el partido cerca del descanso, pero les dejó desencantados y de nuevo a merced del campeón de Europa.

Ancelotti insistió en la víspera en que ganar el Mundial de Clubes cerraría un año inolvidable y prometió exigir a sus jugadores que se emplearan con suma profesionalidad y respetaran al Cruz Azul, equipo representativo de una empresa cementera. No atraviesa su mejor momento. Es muy veterano, con una media de edad de casi 30 años en su plantilla, y se remodelará tras este torneo. El combinado del Flaco Tena, técnico que llevó a México al oro olímpico en Londres, acaba de concluir decimotercero en su Liga de Apertura y de ser eliminado en la Concacaf Champions por el Alajuelense de Costa Rica. Un conjunto que sólo gana en la prórroga al Sydney Wanderers, no es rival para este rutilante Real Madrid. Los merengues ganan y disfrutan con la autoestima por las nubes y unos movimientos cada vez más mecanizados.

Ciertamente, salió bien el Madrid frente a un rival experto y técnicamente correcto, pero muy acomplejado. Los mexicanos trataron de juntar líneas atrás pero fueron blandos y muy lentos. Aparentemente, jugaron siempre más preocupados de no encajar una goleada de escándalo que de poder dar la sorpresa. Les faltó incluso el habitual coraje y orgullo tan característicos de su país. Es cierto que pudieron aprovechar algunos desajustes de los merengues en el primer tiempo, pero se mostraron inocentes en los últimos metros. Avisó Cristiano nada más empezar y acertó Sergio Ramos al cuarto de hora. Sin apenas oposición, cabeceó una falta lateral ejecutada con maestría por Kroos.

En cuanto aceleraba y presionaba, el Madrid robaba. Y encontraba una autopista por el lado de Carvajal. El lateral firmó una jugada magnífica en el segundo gol. Percutió, centró con calidad y Benzema remató con suma facilidad cerca del área pequeña y por abajo, lo que habla muy mal de la zaga norteamericana. Los dos goles y ese penalti desviado por Casillas marcaron un primer tiempo que el Madrid dominó con suficiencia pese a sus distracciones defensivas.

Para evitar más sobresaltos, los de Carletto salieron con ritmo y chispa tras el descanso. Y abrocharon la victoria tras un medido centro de Cristiano que Bale cabeceó con menos marcaje que en un entrenamiento. A partir de ahí, Cristiano buscó frivolidades para hacer disfrutar a la agradecida concurrencia. El luso se ha prodigado en los últimos tiempos en intentos de chilenas y ante el Cruz Azul quiso marcar con un remate de rabona que encandila a sus seguidores e indigna a sus críticos por considerarlo irrespetuoso con los rivales. Ancelotti dio descanso a Ramos, tocado muscularmente, y más tarde a Kroos. Y dio minutos a Jesé. Mientras los rivales soñaban con el gol del honor -el recién entrado Barrera lanzó al poste-, el Madrid se divertía. Bicicleta de Cristiano y golazo de Isco, virtuoso del toque, la filigrana y la sangre fría. Ya son 21 victorias, a tres del récord mundial del Coritiba brasileño.

Real Madrid: Casillas, Carvajal, Pepe, Ramos (Varane, min. 64), Marcelo, Illarra, Kroos (Khedira, min. 73), Isco (Jesé, min. 76), Bale, Benzema y Cristiano Ronaldo.

Cruz Azul: Corona, Flores, Maza Rodríguez, Domínguez, Pinto, Bernardello, Torrado, Giménez (Fabián, min. 64), Formica, Rojas (Valadez, min. 76) y Pavone (Barrera, min. 64).

Árbitro: Enrique Osses (Chile). Mostró amarilla a Ramos.

Goles: 1-0: min. 15, Ramos. 2-0: min. 36, Benzema. 3-0: min. 50, Bale. 4-0: min. 72, Isco.