Detenidos los supuestos autores de la muerte de Jimmy, el ultra del Deportivo fallecido en la reyerta del Manzanares

La Voz / Agencias REDACCIÓN

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La policía ha efectuado en la operación Neptuno más de una treintena de arrestos en varias provincias. La investigación sigue abierta, por lo que no se descartan nuevas detenciones en el entorno de los dos grupos radicales implicados. SIGUE AQUÍ TODA LA INFORMACIÓN

16 dic 2014 . Actualizado a las 18:40 h.

La Policía ha detenido esta mañana a 34 de personas relacionadas con la muerte de Francisco Javier Romero Taboada Jimmy, el ultra del Deportivo que perdió la vida en los aledaños del Vicente Calderón tras una multitudinaria pelea entre miembros de los Riazor Blues y del Frente Atlético el pasado 30 de noviembre.

Entre los arrestados estarían los supuestos autores materiales de la muerte de Jimmy. Uno de ellos podría ser un taxista de Parla de 34 años y padre de dos hijos. Según fuentes policiales la mayor parte de los detenidos pertenecen al Frente Atlético, aunque también hay de otros equipos.

Los delitos que la Policía imputa a los arrestados son los de homicidio, tenencia ilícita de armas u objetos peligrosos y riña tumultuaria, si bien las fuentes no han precisado de qué delitos se acusa a cada uno de los 34. La investigación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones tanto en el entorno de los radicales del Atlético como entre los del Deportivo.

La macroperación policial, bautizada como Neptuno y dirigida por la Brigada de Información de Madrid con el apoyo de la primera Unidad de Intervención Policial, comenzó el mismo día de la muerte del ultra del conjunto coruñés y se prevé que pueda continuar con más arrestos llegando incluso hasta la treintena. Las detenciones se han practicado en Madrid, Móstoles y Leganés, además de otros municipios conlindantes; y también en Cuenca, Talavera y Ávila. Los investigadores se han servido de las grabaciones de cámaras y de los propios teléfonos móviles de los detenidos para seguir la pista de los supuestos agresores.

El pasado 30 de noviembre miembros del Frente Atlético y de los Riazor Blues protagonizaron una multitudinaria batalla a primera hora de la mañana en la zona de Madrid Río, próxima al estadio Vicente Calderón, que terminó con el fallecimiento de Jimmy tras sufrir un traumatismo craneoencefálico con hemorragia y el estallido del bazo por un golpe provocado por una barra de hierro. Según Interior, los ultras de ambos equipos, armados con palos y barras metálicas, se habían citado a través de los móviles para la pelea.

A pesar de que los Riazor Blues trataron de burlar los controles de seguridad al alquilar los autobuses fuera de la provincia y adquiriendo las entradas a través de la federación de peñas, el Deportivo informó de que habría un viaje en autobús de unos cincuenta seguidores ultras de su equipo. Sin embargo Interior, a pesar de haber confirmado que recibió esa información por parte del Deportivo, insiste en la idea de que era «poco consistente» y por eso el partido fue declarado de bajo riesgo.

El objetivo de este operativo, que continúa abierto, es detener a todos aquellos hinchas radicales del Frente Atlético y los Riazor Blues que participaron en la pelea y, en concreto, a quienes causaron la muerte del seguidor deportivista en las cercanías del estadio Vicente Calderón horas antes de que ambos equipos disputaran un partido de liga a las 12.00 horas.

Ya ese día, el 30 de noviembre, la Policía detuvo a 21 personas -todas en libertad con cargos- e identificó a casi un centenar. En el enfrentamiento hubo otros once heridos, tres por arma blanca y otros tres con heridas incisocontusas en el cráneo, uno con trauma facial, tres más con contusiones leves y una policía nacional con una fractura en la falange de un dedo de una mano.

La Policía acude al bar donde se reúne el Frente Atlético

La Policía Nacional se ha presentado esta mañana en el bar donde habitualmente se concentran los miembros del Frente Atlético antes de los partidos en los aledaños del estadio Vicente Calderón, según han informado fuentes policiales. Se trata de la cervecería Río Duratón, situada en la calle San Epifanio, una de las calles perpendiculares al Paseo de los Melancólicos, uno de los lugares que presenta mayor aglomeración de personas antes de los partidos. En esa zona, cercana a las puertas que dan acceso al Fondo Sur del estadio, se encuentran otros bares como El Parador o El Resines, que también concentran a un gran número de aficionados atléticos antes de los partidos.

Testigos presenciales consultados por Europa Press afirman que en torno a las 10.30 se han personado en el Río Duratón agentes de la Policía, que han mostrado una orden de registro, si bien las fuentes consultadas precisan que los agentes se han retirado del lugar tras mantener una conversación con el dueño del establecimiento.

El citado bar cuenta con una barra central y en uno de los laterales, junto a los servicios, se ubica un cuarto donde el Frente Atlético vende merchandising del grupo (camisetas, mecheros, sudaderas, pegatinas, llaveros...). Ese es el lugar en el que desde hace años el grupo ultra vende su propio material y no en el interior del estadio, aunque en el pasado sí contó con un stand en uno de los vomitorios que da acceso al Fondo Sur del estadio rojiblanco donde se ubica la Grada Joven.

Esa tienda está abierta siempre antes de los partidos, pero el pasado domingo permaneció cerrada con motivo del último encuentro liguero en el Calderón que enfrentó al Atlético de Madrid y al Villarreal. Era el primer partido que el Atlético de Madrid disputaba en su estadio tras la reyerta ultra del pasado 30 de noviembre en la que fue asesinado un seguidor radical del Deportivo por lo que el encuentro fue declarado de alto riesgo por las autoridades y estuvo sujeto a fuertes medidas policiales.

Además el club anunció la prohibición de acceder al estadio con simbología del Frente Atlético para lo que incluso estableció un refuerzo en los accesos al estadio. La seguridad privada del club registraba en profundidad a los aficionados a los que incluso pedía que desplegasen sus bufandas y se abriesen los abrigos en busca de símbolos no permitidos.