Un árbitro de 15 años es agredido por un entrenador en un partido alevines

Dpa

DEPORTES

El colegiado reconoce que pasó «bastante miedo» aunque reiteró su intención de seguir dirigiendo partidos

15 dic 2014 . Actualizado a las 22:47 h.

Los episodios de violencia en el fútbol no son exclusivos de las categorías más relevantes del fútbol español. A lo largo y ancho del país se han producido capítulos de este calibre dentro del fútbol más modesto. El último tuvo lugar este domingo cuando un árbitro de 15 años fue agredido por el entrenador del equipo rival en un partido correspondiente a la cuarta categoría provincial andaluza de alevines.

El joven colegiado reconoció este lunes que pasó «bastante miedo», aunque reiteró su ánimo por seguir dirigiendo partidos. «Era uno de mis primeros partidos y que te pase esto tan pronto es duro. Mis padres me apoyan, aunque les da miedo esta profesión, pero a mí me gusta mucho porque es un mundo muy bonito. Voy a seguir, seguro», manifestó el árbitro Guillermo Ávila tras ser examinado en la Clínica del Deporte de la Federación Andaluza de Fútbol.

Los hechos ocurrieron el domingo en un partido entre niños de 11 años jugado entre el Salvador Allende y el Calahorra. El entrenador de éste último equipo, Francisco Javier Álvarez Pérez, fue expulsado en el minuto 26, y su delegado, Francisco José Cerezo Cuevas, también fue expulsado a los 53 minutos.

En el curso de los incidentes, el delegado del equipo visitante le dijo al árbitro, según reflejó éste en su acta: «A ti te tenían que tirar al río y no al del Deportivo», en alusión a los incidentes registrados hace dos semanas en Madrid, cuando un ultra del Deportivo murió tras una pelea con los radicales del Atlético en la que fue arrojado al río Manzanares. Tras ser expulsado, el entrenador del Calahorra golpeó al árbitro en la cara y le dijo: «¡Te tengo que matar!».

El joven colegiado tuvo que ser atendido y manifestó que no durmió en toda la noche al tener «los oídos taponados» y soportar «fuertes dolores».«Me hicieron una radiografía, pero no tengo rota la mandíbula. Tengo el nervio inflamado y un tirón en el cuello por el movimiento al darme el puñetazo, además de un taponamiento en el oído, por el que ahora no oigo bien», relató Ávila a los periodistas.

Además, el árbitro explicó que los niños de los equipos «se quedaron quietos, asustados, aunque algunos dijeran que no le hiciera caso (al agresor)».

«Me dio pena por ellos y por eso continué arbitrando, por los niños», añadió.

Sobre su agresor, explicó: «Yo no lo conocía de nada porque ni siquiera le había pitado a ese equipo. No tengo ni idea de por qué actuó así». «Todo esto me parece una barbaridad y lo que pretendemos es que se erradique toda la violencia, de cualquier tipo: directivos, jugadores y padres».

Los árbitros muestran su repulsa a lo sucedido

El delegado de los árbitros andaluces ha aseverado que el organismo cordobés quiere manifestar su «repulsa más absoluta hacia la agresión sufrida este chico de nuevo ingreso» en la delegación, para desvelar que éste era el quinto partido que arbitraba en su vida, ya que fue en esta temporada 2014-15 cuando comenzó a ejercer como árbitro en el fútbol base.

Benítez ha querido hacer constar «la importancia de que se trata de un menor de edad», para desvelar que el técnico del Calahorra propinó un puñetazo al joven árbitro alrededor del minuto 60 del partido cuando éste expulsó con roja al preparador.

Los hechos se desencadenaron entonces cuando tanto el entrenador como su delegado comenzaron a «agredir verbal y físicamente» al árbitro, que recibió un «puñetazo en su mandíbula», ha reiterado Benítez, por lo que fue atendido en un centro de salud, eso sí, después de terminar el partido.

Benítez ha explicado que «ante la falta de experiencia del chaval éste quiso terminar el partido» que acabó con el resultado de 6-3 a favor del Salvador Allende, para se posteriormente atendido de «fuertes dolores en la mandíbula», de ahí que procediera a tramitar la correspondiente denuncia en la comisaría de policía.

Por último, el delegado de los árbitros ha añadido que el citado entrenador del Calahorra «incluso amenazó al árbitro antes del inicio del partido», de ahí que haya aseverado que «ojalá personas como ésta sean erradicadas del mundo del deporte».

«Con la acción cometida vemos el ejemplo que puede dar a los niños que están a su cargo», ha agregado Benítez, por lo que «hay que pedir a todas las autoridades deportivas la mayor de las sanciones».