Se impuso 31-27 al Cuenca
14 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.El Cangas se comerá el turrón con una sonrisa en la cara tras reencontrarse ayer con la victoria en un durísimo partido ante el Cuenca. Los de Pillo vivieron durante los 60 minutos en una montaña rusa tanto de juego como de marcadores que, esta vez, se decantaron para el lado morracense. La cómoda renta que reflejó el resultado final poco tuvo que ver con el partido.
El Cangas pilló dormido al Cuenca en el arranque, lo que le permitió tomar una renta de tres goles (4-1) cuando solo habían transcurrido los tres primeros minutos de juego. Sin embargo, los conquenses ajustaron su defensa y los de Pillo comenzaron a enredarse en las tareas ofensivas. La cómoda ventaja inicial menguaba al ritmo que marcaba el central visitante Welsau, al que el Cangas no logró parar en el primer tiempo a pesar de plantearle defensas individuales.
Con el partido convertido en un toma y daca, un par de paradas de Mijuskovic permitieron al Cangas tomar una renta de dos goles, pero al equipo le faltaba frescura en ataque, erraba lanzamientos y pecaba de excesivas pérdidas de balón, lo que facilitó el empate visitante. Pillo tomó medidas con un tiempo muerto y confiando a Casares la manija, pero la igualdad siguió reinando y el marcador se fue al descanso 15-14.
El inicio del segundo tiempo dejó más luces que sombras en el Cangas. A los de Pillo se les hacía de noche en ataque, errando lanzamientos sencillos y en defensa no lograban taponar las vías de agua, dos problemas que permitieron que el Cuenca se colocase por delante en el marcador (17-18 min 34). Lo peor, sin embargo estaba aún por venir. Conectando con su pivote, Víctor Frade, los conquenses ampliaron su rédito a tres goles (18-21 min 39) y la sombra de los últimos encuentros se cernió de nuevo sobre los de O Morrazo.
Sin embargo, cuando peor lo estaban pasando los de Cangas, Muratovic apareció en ataque, y el equipo empató de nuevo. Una lesión en su rodilla derecha obligó a montenegrino a retirarse, y con tablas en el marcador, los de Pillo se enfrentaban a su rival y a su propia precipitación. Llegaron entonces los minutos críticos locales, con dos exclusiones simultáneas que los de Pillo aguantaron estoicamente y que hicieron ver al equipo que podía sacar el partido adelante. Mijuskovic enlazó paradas clave bajo los palos, David García se encargó de romper la defensa conquense y Adrián Rosales encontró la finalización que se le había resistido hasta entonces.
Tanteador cada 5 min: 4-2, 7-6, 10-8, 11-10, 13-12, 15-14 (descanso); 17-18, 19-21, 22-22, 25-25, 28-26 y 31-27.
Árbitros y exclusiones: Ballano Dueñas (colegio catalán) y Belloso Pérez (colegio navarro). Excluyeron a Pousada (2), Cerqueira, Krook por parte del Frigoríficos del Morrazo, y a Mendoza, Leo Renaud, Marchan y Balaguer por parte del Ciudad Encantada.
Incidencias: O Gatañal, 1.500 espectadores.
Mijuskovic, Suso Soliño (5,2p), Pousada (6), Eijo (1), David García (5), Adrián Rosales (5) y Moisés Simes (3) -equipo titular- Salazar (ps), Amarelle (1), Muratovic (1), Casares, Rubén Soliño, Cerqueira (4), Krook e Iglesias.
Oliva, Pérez Ortiz (2), Leo Renaud (5), Bungué (5), Mendoza, Víctor Frade (5) y Balaguer (6) -equipo titular- Valles (3), Moya, Marchan (1) e Ibáñez.