Kobe Bryant deja atrás el reflejo de Michael Jordan

M. P. R. LA VOZ / REDACCIÓN

DEPORTES

Mark L. Baer | Reuters

La estrella de los Lakers se dispone a superar los puntos de Jordan durante su carrera y alimentar aún más el debate sobre su imitación del ídolo

13 dic 2014 . Actualizado a las 17:38 h.

La carrera de Kobe Bryant es por sí sola espectacular. Ha sido cinco veces campeón de la NBA, ha ganado más dinero fuera y dentro de la cancha del que sus tataranietos podrán gastar, y se ha convertido en uno de los deportistas más populares del mundo de esta y varias épocas. Pero durante sus 17 años como profesional, Kobe ha tenido que oir de fondo una letanía convertida en crítica entre quienes no les caía simpático o bien cuando no conseguía los objetivos a los que parecía predestinado: Bryant es un imitador de Michael Jordan. Ahora, la gran estrella de los Lakers se dispone a superar la marca histórica de puntos del mito de los Bulls en toda su carrera.

A Kobe le faltan aún 9 puntos, después de los 22 que le metió a los Spurs en la madrugada del viernes. Lo conseguirá, con toda probabilidad, en la noche del domingo en Minnesota. Bryant dejará atrás los 32.292 puntos que anotó Jordan en su carrera, para convertirse en el tercer máximo anotador de la historia de la NBA. Por delante quedan Karl Malone y Jabbar. Durante años, Kobe ha acumulado hasta 16 llamadas para el All Star (sólo comparable a Jabbar) al mismo tiempo que para los más puristas o aquellos (muchos) entre los que no les cae simpático le acusaban de imitador de Jordan. La verdad es que, si uno busca en YouTube, encuentra montajes viedeográficos empeñados en mostrar la obsesión de Bryant por replicar los movimientos de su ídolo.

De estatura y complexión física similar, Bryant nunca pudo ocultar que, camino de convertirse en un escolta anotador y amante del baloncesto con una capacidad de trabajo que le ha llevado a ser uno de los mejores de la historia en la NBA, tenía a Michael Jordan como el mejor referente posible de un anotador explosivo que supo adecuar sus limitaciones físicas con el paso de los años con una manera efectiva de anotar: la suspensión hacia atrás. Ahí es donde las comparaciones entre Bryant y Jordan tomaron todo su cuerpo.

Kobe Bryant y Michael Jordan jugaron 11 partidos el uno contra otro en el tramo final de la carrera del segundo. Pocos más anticipados que el All Star de 1998, el primero para Kobe, donde muchos quisieron anticipar el relevo, el paso del testigo hacia una nueva era. Fue un duelo intenso porque los dos fueron el uno contra otro en las primeras acciones del partido. Jordan salió victorioso con el MVP del All Star y la victoria de su equipo del Este.

«Realmente no es para tanto decir que le he superado en algo así. Es un gran logro, pero la belleza real está en el viaje», se pudo oir decir a Kobe Bryant quitándole hierro al hecho de que Michael Jordan esté por detrás de él en una medida tan importante como los puntos metidos. Uno de los jugadores individualmente más reconocidos (11 veces en el mejor equipo de la Liga, MVP de la NBA en una ocasión y de las finales en dos), Bryant ha estado siempre cuestionado por los méritos de otros. Durante sus primeros tres anillos de los Lakers se le acusó de beneficiarse de Shaquille O'Neal y en los dos siguientes de su inoperancia para conducir al equipo angelino sin la presencia de Gasol. Y luego está la relación hijo-padre-ídolo casi freudiana de la coincidencia de sus éxitos con los de l mismo entrenador de Michael Jordan, Phil Jackson.

En la cuesta abajo de su carrera, a los 36 años, tras dos graves lesiones que le han tenido al borde de la retirada y criticado por su gigantesco sueldo en unos Lakers destinados a perder casi el 70 % de sus partidos esta temporada, Kobe Bryant se queda con el consuelo de que el reflejo de Jordan le sigue, por vez primera, por detrás.