El presidente de la federación sigue sin aparecer desde la muerte de Jimmy
10 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.El pasado 30 de noviembre Madrid fue escenario de una brutal reyerta entre ultras en la que Francisco Javier Romero Taboada Jimmy es asesinado. Desde entonces han sido numerosas las comparecencias públicas de diferentes responsables deportivos y políticos del país.
Futbolistas, entrenadores, dirigentes de clubes, responsables de la Liga, incluso del Gobierno... Las declaraciones, condenas a la violencia y análisis de la situación han sido múltiples. Pero no unánimes. Nueve días después, sigue sin haber noticias de Ángel María Villar. El presidente de la Federación Española de Fútbol todavía no ha dado la cara desde el trágico suceso. Es más, ni acudió a la llamada de la Comisión Antiviolencia, que un día después de la muerte se reunió en Madrid con carácter de urgencia. Fue un empleado en representación de la federación.
El mismo día del suceso, minutos antes de comenzar el Atlético de Madrid - Deportivo, el presidente de la Liga de Fútbol Profesional, Javier Tebas, trató de localizar, primero, a Ángel María Villar y, posteriormente, a Jorge Pérez, para conseguir el aplazamiento del encuentro. El primero no dio señales de vida y el segundo le devolvió las llamadas a escasos instantes de comenzar el choque para indicarle que no era posible adoptar esa medida.
Detrás de la actitud de Villar puede estar su enfrentamiento con Tebas y con Miguel Cardenal, secretario de Estado para el Deporte. Con el máximo responsable de la Liga le une una enemistad de hace años. Una pugna entre dos hombres que quieren controlar el fútbol español. Una lucha de poderes.
El desencuentro con Cardenal tiene otros matices. Si bien por un lado, algunas fuentes apuntan a que Villar no perdona al presidente del Consejo Superior de Deportes el apoyo que está dando a Tebas en muchos temas de gran calado, otras sostienen que hay más.
La relación entre el presidente de la federación y el del CSD era cercana hasta hace unos meses cuando Cardenal acusó a Villar de negarse a recibir el 1 % de las quinielas, importante fuente de ingresos para el fútbol aficionado. Según publicaron algunos medios informativos, el motivo de la negativa de Villar estaba en que aceptar la subvención, le obligaría a aceptar el someterse a la Ley de Transparencia. Es decir, tendría que hacer público su sueldo, sus dietas, sus viajes, sus gastos...
De esta forma, enfrentado a dos de los principales líderes del deporte español, Ángel Villar sigue desaparecido en un momento histórico y vital para el fútbol español en el que sus dirigentes parecen dispuestos a poner punto y final a la violencia y acabar con el amparo que hasta ahora venían prestando a los grupos ultra.
Puede que tras la muerte de Jimmy haya un antes y un después en el fútbol. A Villar tendrán que contárselo.