El Barcelona no encuentra soluciones a los fantasmas del pasado

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ALBERT GEA | Reuters

Luis Enrique no ha conseguido armar una defensa sólida ni conseguir un mayor entendimiento entre el medio campo y la delantera para mejorar la imagen del equipo

02 nov 2014 . Actualizado a las 17:03 h.

La sorprendente derrota ante el Celta, combinada con una pobre actuación frente al Real Madrid en el clásico de hace una semana, dejó al Barcelona con la vista nublada y con muchas incógnitas por resolver en casi todas sus líneas.

«Obviamente es preocupante», dijo el argentino Javier Mascherano el sábado por la noche a las cámaras de Canal Plus aún sobre el césped y todavía sudando después de un partido sin tregua. Con los nervios más templados, el entrenador Luis Enrique optó más tarde en rueda de prensa por lanzar un mensaje de calma y tranquilidad. «No estoy preocupado. Estoy cabreado», dijo el técnico del Barcelona. Luis Enrique estaba enfadado por la cantidad de ocasiones que fallaron sus delanteros, incapaces de revertir el 1-0 del Celta. «Hemos generado 19 disparos, nueve a portería, cuatro palos», justificó el entrenador.

Pero más allá de los datos, hay algo que no termina de funcionar en el nuevo Barcelona de Luis Enrique, un equipo que el 13 de septiembre contaba con seis puntos de ventaja sobre el Real Madrid y que ahora está a dos de su archirrival, líder en solitario de la Liga española.

Las dos derrotas consecutivas se unen al empate con el Málaga y al 3-2 sufrido en su visita al Paris Saint-Germain por la Liga de Campeones. Todos los tropiezos domésticos llegaron ante equipos que están entre los diez primeros de la clasificación. Y el Barcelona aún tiene que jugar en la primera vuelta con Atlético de Madrid, el campeón, Valencia y Sevilla.

Tras el 1-0 con el Celta llegaron las primeras críticas. Luis Enrique, previsor, ya había advertido el sábado que se avecinaban días difíciles. «Será una semana simpática, interesante y que abre la veda», ironizó el español. El técnico aún no resolvió los problemas que arrastra el Barcelona desde la temporada pasada, cuando estaba entrenado por el argentino Gerardo Martino: una defensa débil ante equipos rápidos y un centro del campo que no conecta con la delantera en los momentos clave. A eso se añadió el sábado la falta de puntería del lujoso trío atacante formado por el argentino Lionel Messi, el brasileño Neymar y el uruguayo Luis Suárez.

Son tres de los mejores delanteros del mundo, pero en los últimos encuentros Neymar fue el único que se mostró cerca de su verdadero nivel. Messi parece volver al extraño camino de la última temporada, en tanto que Suárez no pudo marcar en sus dos primeros partidos de blaugrana tras cumplir su sanción.

«Estábamos en la cabeza de la clasificación, perdimos en Madrid y ahora con el Celta, no es sencillo de asimilar, pero tenemos que hacerlo. Queda mucha temporada», dijo el director deportivo del Barcelona, Andoni Zubizarreta, al que incluso le preguntaron si la presidencia duda de la continuidad de Luis Enrique. La respuesta fue contundente: «No».

El próximo compromiso del Barcelona será el miércoles ante el Ajax de Ámsterdam por la Liga de Campeones. Y todo lo que no sea una victoria en la capital holandesa complicaría mucho la posibilidad de que el Barcelona terminara primero del Grupo F, pues nadie cuenta con un pinchazo del Paris Saint-Germain, líder de la zona, en casa ante el modesto APOEL de Nicosia. «El partido del miércoles será muy importante para intentar ganar y empezar a tratar de ganar la confianza que perdimos», dijo Mascherano. Y es que un empate o una derrota con el Ajax terminaría de abrir por completo el armario de los fantasmas.