Lucía Nespereira: «Mi ilusión es que mis hijos me recuerden jugando al fútbol sala»

Luis Manuel Rodríguez González
luis m. rodríguez OURENSE / LA VOZ

DEPORTES

La ourensana lamenta no poder acceder a las ayudas para el deporte femenino

16 oct 2014 . Actualizado a las 18:44 h.

Lucía Nespereira, jugadora internacional de fútbol sala y madre de mellizos

La de Lucía Nespereira Gómez (Pereiro de Aguiar, 1986) es una historia de esfuerzo personal y de amor al deporte. Así llegó a participar en Campeonatos de España de atletismo y a vestir la camiseta de la selección nacional de fútbol sala, deporte en el que ya ha ganado los más importantes títulos de los torneos domésticos. Como feliz madre de dos mellizos, mantiene del mismo modo la ilusión de progresar en la élite y participar en el próximo Mundial de Costa Rica, pero también sufre la impotencia de no optar a las subvenciones del CSD para el deporte femenino, porque la federación no cumple los requisitos.

-¿Es posible que una madre, trabajadora y deportista pueda seguir rindiendo al más alto nivel?

-El principal problema es que no puedes dedicarle todo lo que sería necesario a los entrenamientos. Las jugadoras brasileñas, por ejemplo, viven para eso. En España, sin ayudas, sabes que el fútbol sala no da para vivir y trabajas, muchas jugadoras tienen una carrera o dos o un máster y aprendes idiomas si puedes, pero nos toca estudiar en el autobús. Después necesitas gente que te ayude. Yo trabajo en Transeli, una empresa de transportes y gracias a ellos puedo ir a todas las convocatorias y no me quitan días de vacaciones.

-Lo de la Federación de Fútbol, en todo caso, es curioso. Es anacrónico que no cumplan los requisitos que exige el Consejo Superior de Deportes para las ayudas al deporte femenino.

-No soy una madre desamparada que le va a declarar la guerra a ninguna federación o a su presidente. Solo dejo el testimonio de mi caso, por si en el futuro pudiera beneficiarse alguna otra deportista en mi situación. Lo de las ayudas que tienen otros deportistas y nosotras no, me produce tristeza, porque me ayudarían a seguir practicando un poco más un deporte que tanto me ha gustado. Lo que nunca va a pasar es que mis hijos me necesiten y yo siga jugando al fútbol sala.

-¿Cómo está resultando esta nueva experiencia de compaginar el deporte con la maternidad?

-En mi caso, con los niños, te preparas para iniciar una pretemporada y sales a correr, pues yo lo hacía a las seis o siete de la mañana, antes de que se levantaran. Son dificultades añadidas y cuando las horas del día no me den, pues tendré que dejar el fútbol sala. Eso lo tengo claro, las ayudas solo alargarían un poco esa actividad, aunque mi ilusión es que mis hijos me recuerden jugando al fútbol sala y no sé si tendré el tiempo suficiente.

-¿Practicó el atletismo como lanzadora de jabalina?

-Sí, en el Ben Cho Shey, con Germán González. Pero llegó un momento en el que no podía compaginar ambas cosas, porque las temporadas eran diferentes y cuando en una tenía que estar a tope en la otra había vacaciones. Lancé hasta los 19, pasé por el Academia Postal y el Ourense. Creo que mantengo algún récord gallego de jabalina en cadetes o alevines, también alguno de peso.

-Era ya un nivel alto en ambos deportes.

-Preparaba por un lado campeonatos de España de atletismo y por otro estaba en la máxima categoría del fútbol sala con el Ourense. Era todo muy exigente y ya no podía compaginarlo. En atletismo llegamos a enfrentarnos al Valencia, siempre con gente de casa, porque no se fichaba como en el masculino.

-¿Cuándo comenzó a jugar al fútbol sala?

-También en el colegio y también con Germán, después fui a las escuelas del Femesala, al CD Ourense, Futsi Navalcarnero, Ponte, Burela y, ahora, espero retirarme en el Cidade das Burgas.

-¿Cómo empezaron a apodarla Puyol?

-Fue en Burela, donde comenzó un señor a llamármelo y después corrió un poco más por la Liga y así me quedó. Ser, soy madridista, pero Puyol es un jugador que me cae bien por su carácter y su personalidad.

-Y algún recuerdo un poco más triste en A Mariña.

-En Burela me rompí el ligamento cruzado, estuve seis meses parada. Si acumulas quince años jugando, alguna de esas te tiene que tocar y también hay que saber pasar por ella.

-¿Está contenta con el arranque de la temporada?

-En el Cidade está saliendo todo mucho mejor de lo que esperábamos y que dure la racha. Creo que tenemos que alargarla lo máximo posible, porque sabemos que llegarán las derrotas, pero las jugadoras estamos todas muy contentas.