David Cal dice que mantiene el apetito intacto para lograr otro metal en Río
12 oct 2014 . Actualizado a las 16:14 h.En la voz de David Cal (Cangas, 1982) no existe ni el rastro de la duda. Confía plenamente en el plan que tanto él como Suso Morlán, el preparador que lo elevó hasta el podio olímpico, han trazado para continuar engrandeciendo un palmarés inigualable en el deporte español. Después de dos temporadas al ralentí, ahora llega un año determinante, el de la clasificación para los Juegos de Río. Debe acabar entre los seis primeros en el Mundial que se disputará en agosto en Milán. Por el momento, está a punto de hacer las maletas y poner rumbo a Brasil donde se encontrará con Morlán para proseguir con la puesta a punto de un organismo privilegiado, volverá a Sudamérica para tratar de lograr que David Cal emerja de nuevo desde el anonimato en el que se refugia después de cada medalla.
-¿La preparación para los Juegos de Río va según lo previsto?
-Sí, de momento, todo está yendo bien. Desde Atenas tenemos una estrategia y la venimos repitiendo desde entonces. El primer año después del ciclo olímpico es para descansar, para ir digiriendo todo el trabajo acumulado durante los cuatro años anteriores. El segundo, que es el que está a punto de concluir, lo utilizamos para recuperar la capacidad aeróbica, es un año de mucho volumen. Y en este, ya toca apretar los dientes, porque empieza el tramo decisivo.
-¿Va a estar más caro que nunca terminar entre los seis primeros del Mundial?
-Nunca es fácil estar entre los mejores del mundo. Lo que tengo claro es que no puedo ir pensando en hacer el quinto o sexto, porque cualquier contratiempo me dejaría fuera. Mi intención es llegar lo suficientemente fino como para pelear por las medallas. Para eso participaré antes en dos Copas del Mundo, una en Alemania y otra en Portugal. Serán dos test para saber cómo voy progresando.
-Después de haber ganado tanto, ¿le queda apetito para seguir esforzándose por otra medalla?
-Si no creyese que tengo posibilidades de llegar al podio en los próximos Juegos o si pensase que me iba a faltar motivación, no me habría embarcado otra vez en un proyecto que consume cuatro años de tu vida. Cuando haces algo así, debes tenerlo muy pero que muy claro.
-¿Qué le pide Suso Morlán, dónde ve que puede continuar mejorando?
-Cuando llegas a la cima, parece que ya no puedes dar más, pero no es cierto, siempre hay sitios para arañar décimas al crono. Pero no tengo un punto concreto en el que deba mejorar. De lo que se trata es de acercarme lo máximo posible a mi tope.
-¿Le ha ayudado a esto entrenarse en Brasil con compañeros del nivel de Isaquias Queirzo?
-Sin duda, este proyecto olímpico es diferente al resto, porque estoy entrenando en el país donde se van a desarrollar los Juegos y porque he vuelto a entrenar con otros canoístas. Estar al lado de Isaquias pienso que me va a beneficiar, pero también a él, sobre todo ahora, que empezaremos a exprimirnos día a día.
-¿Quién ganaría en una competición entre el mejor Cal y el mejor Isaquias?
-La verdad es que no lo sé. Tampoco me preocupa demasiado. Lo que tengo que hacer es prepararme lo mejor posible y luego, como siempre, intentaré estar delante en el duelo con Isaquias.
-Cambian de lugar de trabajo, se marchan al estado de Minas Gerais, al norte de Río...
-El problema que teníamos en Sao Paulo es que perdíamos demasiado tiempo en los desplazamientos. Es una ciudad colapsada por el tráfico y en Minas Gerais estaremos en un sitio más tranquilo y en el que ganaremos calidad de vida.
-¿Cómo ve la salud del piragüismo gallego, hay relevo para la generación de oro?
-Es complicado. Para conseguir grandes competidores, es necesario tener volúmenes significativos en la base. Por ahí, tenemos que seguir trabajando.
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