Quique Domínguez se enfrenta a su exequipo asentado en el primer puesto de la tabla y siendo claro favorito para continuar con el pleno de victorias
11 oct 2014 . Actualizado a las 14:36 h.Teucro y Octavio volverán a protagonizar esta tarde uno de esos partidos que poseen un valor añadido. A las 20.00 horas, en el Pabellón Municipal de Pontevedra, se verán las caras dos viejos conocidos, dos históricos del balonmano provincial y dos rivales eternos que se respetan y se admiran a partes iguales.
Es evidente que se trata de algo más que jugarse una victoria más en una larga liga. Los derbis pontevedreses entre azulones y rojillos son mucho más que eso. Engrosan una larga historia, se viven con una pasión especial y los jugadores los afrontan más mentalizados que en cualquier otro choque.
Siempre ha habido trasvase de jugadores entre ambos bandos pero quizás este año Quique Domínguez lo viva de otra manera, mucho más especial. En Vigo dejó un hueco difícil de llenar tras 16 años. Le toca a Jabato, el que fue su fiel extensión sobre la pista, librar la enésima batalla táctica entre estas dos instituciones del balonmano.
Asegura el técnico teucrista de la saga de los Domínguez que «tenemos muchas ganas de ganar al Octavio, que en pretemporada se le colgó el cartel de Cenicienta pero que para nada lo es».
Con elogios para los que hasta hace poco fueron sus colores, el entrenador quiere «mantener los pies lo más cerca del suelo posible», aunque sabe que el entorno, la afición y la tabla le invitan a soñar.
Si gana el Teucro será la cuarta victoria de cuatro posibles en liga y probablemente empiece a despertar el interés de los que todavía crean que este liderato es solo flor de un día. Si pierde, se igualarán todavía más las cosas en la zona noble, porque los vigueses son cuartos y es probable que exista una conexión invisible entre ambos durante toda la campaña, con lo que los enfrentamientos directos siempre tienen un valor extra.
El favoritismo de los locales, además de por jugar ante su público, se basa en el imponente arranque de juego y resultados que atesora. Sobre el papel cuentan con más y mejores jugadores experimentados en la categoría y la labor de espionaje le viene de serie al propio Quique Domínguez, quien conoce mejor que nadie a su rival en el banquillo contrario. La afición, que crece partido a partido, confía en aprovechar el buen momento y anotar una victoria más en este tipo de duelos de máxima rivalidad.
Con todos disponibles
El Teucro podrá alinear a su equipo de gala. El único miembros de la plantilla que podría acarrear alguna molestia era Carlos García, que se sometió a una pequeña infiltración en la rodilla entre semana, pero que estará a pleno rendimiento sobre la pista.