Un seguro montenegrino bajo palos

M. V. F. Vigo / La Voz

DEPORTES

Oscar Vazquez

El meta del Cangas es el tercero con más paradas en lo que va de liga

02 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Poco más de un año después de su llegada al Cangas, Mile Mijuskovic está plenamente integrado en el equipo de Pillo. Sus cifras en este inicio de temporada se encargan de confirmarlo. Superadas las dificultades que conllevó salir de su país por primera vez, el montenegrino se ha colocado como el tercer portero de Asobal que más paradas ha realizado en las cuatro jornadas disputadas hasta la fecha, 44, solo superado por los metas del Puerto Sagunto y del BM Aragón.

«Yo siempre juego al 100 % en cada partido para tratar de ayudar al equipo a que las cosas salgan lo mejor posible. Prefiero no pensar mucho en esas cosas», comenta al preguntarle por sus estadísticas. Tampoco se olvida de la labor de la defensa: «Es superimportante el trabajo en equipo. Ellos me ayudan mucho y yo intento hacer lo mismo para, entre todos, conseguir que el ataque esté más relajado y el grupo funcione».

Mijuskovic destaca especialmente en los lanzamientos desde los seis metros, con un 36 % (5/14) de tiros atajados que le permite superar a los dos metas del Granollers y a uno de los del Barcelona, los dos conjuntos que menos goles han encajado hasta la fecha. «Está claro que esas cifras te dan confianza. Empecé la pretemporada un poco bajo y creo que poco a poco estoy yendo a más».

El crecer progresivamente ha caracterizado su trayectoria desde que llegó a Cangas. «La verdad es que los dos primeros meses fueron muy complicados: es otro idioma -en el que hoy se defiende a la perfección-, otra liga, la primera vez que salía... Por suerte tuve a mi amigo de Montenegro Muratovic, que me apoyó mucho». Tener cerca a alguien como él, añade, es «la mejor manera de adaptarse».

Otro aliado clave fue su técnico, Pillo. «Me está dando mucha confianza, y también ayuda el hecho de que él fuera portero cuando jugaba. Sabe cómo pensamos y eso facilita las cosas», celebra.

Costumbres aparte, también se tuvo que adaptar a un balonmano diferente. «Es mucho más técnico, mientras que en mi país es más físico, más basado en correr».

Permanencia sin sufrir

El jugador montenegrino recuerda que el objetivo del Cangas, octavo en la tabla, no puede ser otro que la salvación, aunque aboga, eso sí, por minimizar el sufrimiento. «Lo primero es la permanencia, pero somos un equipo acostumbrado a sufrir y tenemos que lograrlo cuanto antes para estar más tranquilos», dice.

Se muestra convencido de que tienen plantilla para conseguir esa meta siempre y cuando no se les presenten obstáculos añadidos. «El año pasado tuvimos muchos problemas con las lesiones. Yo por ahora veo al equipo muy bien, con opciones en todos los partidos y con marcadores muy ajustados en los que perdimos», recuerda. Ahora piensa en el Zamora, su rival del sábado. «Es un equipo fuerte y que lleva tres victorias, pero al que queremos ganar», concluye.