El polaco Kwiatkowski frustra a Valverde en el Mundial de Ponferrada

Agencias / La voz REDACCIÓN

DEPORTES

Javier Lizón | Efe

El murciano cosecha otro bronce después de que se le escapara Kwiatkowski en los últimos kilómetros

28 sep 2014 . Actualizado a las 20:48 h.

El polaco Michal Kwiatkowski se ha proclamado campeón del mundo de fondo en carretera en la prueba disputada en Ponferrada a través de 254 kilómetros. Kwiatkowski marcó un tiempo de 6h.29:07. y se impuso por delante del australiano Simon Gerrans y del español Alejandro Valverde, plata y bronce, respectivamente. El murciano cogió el corte bueno en la última selección en la vuelta definitiva al circuito leonés, pero se le escapó el caballo ganador en los últimos kilómetros. Kwiatkowski celebraba su victoria entrando en meta después de coger unos metros inalcanzables sobre el resto de los últimos escapados, que se disputaron al esprint la plata y el bronce. Valverde cosecha así su cuarto tercer puesto en un Mundial de ciclismo, que se suman a otras dos platas.

Los polacos realizaron un gran trabajo desde el inicio y su líder Kwiatkowski, de 24 años, lo culminó tras atacar a falta de siete kilómetros y conseguir llegar en solitario a la meta de Ponferrada. A pocos segundos entró un grupo reducido con los principales favoritos, entre los que se encontraban Gerrans y Valverde.

El murciano se aprovechó de la gran estrategia española en los últimos kilómetros para meterse en la buena escapada y logró su cuarto bronce en un Mundial, tras los de Salzburgo 2006, Valkenburg 2012 y Florencia 2013. A esos terceros puestos se les suman las platas de Hamilton 2003 y Madrid 2005. De esta forma, Valverde, llamado a ser la punta de lanza del equipo, sigue aumentando su palmarés como máximo medallista de la historia de la prueba.

«Nos hubiese gustado el oro, es cierto. Pero tenía una misión y la he logrado», dijo Valverde, de 34 años en la línea de meta. «Es complicadísimo conseguir una medalla. Son seis medallas», recordó el campeón de la Vuelta a España en el 2009. Valverde, felicitado después por el legendario Miguel Indurain, fue el que reventó la carrera a falta de seis kilómetros para la meta. Tras un ataque de su compatriota Joaquim Rodríguez, plata en el 2013, para endurecer el último tramo, Valverde se levantó del sillín y se llevó consigo a grandes favoritos como el propio Gerrans o el belga Philippe Gilbert, campeón del mundo en el 2012. «Se estaba complicando la cosa, quería hacer lo he hecho, que era organizar», dijo Valverde sobre un circuito menos duro de lo que se preveía. «Faltaba dureza, aunque se hacía muy duro. Me hubiese gustado un poco más duro».

Polonia, en un momento en el que se atrevió a salir el sol después de horas de lluvia, llevó el peso del pelotón para estabilizar las primeras fugas. Los hombres de Kwiatkowoski hicieron un enorme trabajo, dejando claro desde lejos que su líder quería optar al oro, pero fue Italia la encargada de cambiar el rumbo de la carrera. Los italianos desplegaron su estrategia a 4 vueltas del final, en pleno ascenso a Confederación. El grupo empezó a romperse hasta quedar al frente 12 hombres: Dani Navarro, Kennaugh, Wellens, Tony Martin, Juul Jensen, Trofimov, Boasson, Geschke, Vanmarcke, Albasini, Visconti y Caruso.

Entre todos emergió en el descenso del Mirador el alemán Tony Martin, dispuesto a realizar una galopada de las suyas. El Tanque abrió hueco pero no fue lejos por la reacción de Visconti, quien se unió en una fuga peligrosa al británico Peter Kennaugh. Era como un nuevo comienzo de la carrera. Los ataques se sucedían. Los próximos en intimidar fueron De Marchi, Gautier y Andersen y Kiryienka, que empezaron la última vuelta con 50 segundos de ventaja.

Por detrás se movió el equipo español con Dani Navarro y Castroviejo, pero el único que saltó de grupo fue Kwiatkowski, quien se unió al cuarteto de cabeza. El polaco coronó El Mirador y atacó bajando. Ahí se la jugó Kwiato, en una bajada espectacular, del todo por el todo. Voraz persecución por detrás, con Purito lanzando sus bazas, pero insuficientes ante el empuje de los belgas y australianos.

Fue Valverde quien se incrustó en el grupo que se iba a disputar las medallas secundarias, porque el oro tenía ya un dueño polaco.