Sandro Rosell califica como «perfecta» la depreciación de jugadores por 63 millones del 2003

Europa Press

DEPORTES

Toni Garriga

El expresidente blaugrana reiteró que las cuentas que Laporta le presentó en el 2010 «no estaban auditadas»

16 sep 2014 . Actualizado a las 21:12 h.

El expresidente del FC Barcelona Sandro Rosell ha asegurado este martes en su declaración en la vista oral por la presunta acción social de responsabilidad sobre el expresidente Joan Laporta y su última junta directiva que la depreciación de jugadores por valor de 63 millones de euros que se hizo en 2003 fue «perfecta». En ese momento él era vicepresidente deportivo del club, y dicha depreciación es un factor clave para atribuir a Laporta las pérdidas de 46,7 millones en su mandato y que ahora están en jucio.

«Se nos pidió que hiciéramos una valoración de lo que creíamos que valía la plantilla. Qué jugadores realmente puede o no servir, y que depreciación tiene. Estaba sobrevalorada en 63 millones. Lo valoramos perfecto, porque todos los vendimos por nada, excepto Riquelme, por muy poco», manifestó Rosell en su declaración.

Así, Rosell aceptó su parte de responsabilidad en intentar atribuir las pérdidas de 63 millones de euros por la depreciación de jugadores como Gerard, Enke, Geovanni, Christanval, Rochemback, Bonano, Alfonso o Riquelme a la junta de Joan Gaspart. Finalmente, con la decisión del Tribunal Supremo, se atribuyó a la junta de Laporta de la que Rosell formaba parte. «Soy responsable de los actos mancomunados. Si estás en un grupo, eres partícipe de lo bueno y de lo malo, es obvio», reconoció Rosell al ser preguntado al respecto. «Se intentó pasar (la depreciación de 63 millones de euros) a las cuentas de la junta anterior (de Gaspart) y el Supremo no lo aceptó», reconoció Rosell.

«Las cuentas de Laporta no estaban auditadas»

Al igual que en la comparecencia de ayer de Josep María Bartomeu, Sandro Rosell reiteró que las cuentas que les entregó Laporta en el intercambio de poderes de 2010 no estaban auditadas en el momento en el que Rosell ganó las elecciones. «En 2010, se nos dan las cuentas, que no están auditadas. Esperamos, nos dan las cuentas auditadas por Deloitte con cuatro salvedades y tres incertidumbres. Antes de ir a Asamblea, la ley dice que tienes que presentar las cuentas reales, cuando hay cuatro salvedades y tres incertidumbres tienes que tenerlas en cuenta», señaló.

Además, también aseguró que el valor del club, cuando tomaron las riendas en 2010, era «negativo». «El club en el 2010 estaba en quiebra técnica, con fondos propios negativos. No lo sé en el 2003. Tampoco sé qué Barça valía más, pero muy poco en los dos casos. El valor, técnicamente, era negativo», apuntaló.

Operaciones ruinosas

Durante las dos horas y veinte minutos de su declaración, Rosell intentó responder a todas las cuestiones sobre las salvedades e incertidumbres que se incluyeron en la Due Diligence sobre las últimas cuentas de Laporta. Entre ellas, la anécdota llegó al explicar el por qué de la imposibilidad de vender los terrenos de Viladecans que compró la junta de Laporta y que forman parte de las operaciones ruinosas del anterior mandatario.

«Viladecans no está cuantificada (en la Due Diligence), pero después se cuantificó en una pérdida patrimonial, se compró por 18 y se valoró en 5,5 millones, y es encima más de lo que vale. Intentamos vender la finca al precio que fuera y no tuvimos ninguna oferta, no lo quería nadie. No dio ni interés. Quise venderlo, necesitábamos caja, y nada. Vino un agricultor de la zona a ver si podía plantar alcachofas», comentó.

«El Espai Barça era inviable, no tenía permisos ni nos darían permisos para hacerlo. La Generalitat lo prohibía, y los verdes. Era inviable, no me meta en un tema que era inviable por los informes que teníamos», aseveró en este sentido.

En cuanto a los terrenos de Sant Joan Despí, fue más duro. «No fue una compra-venta, no se registró nunca. Es una operación de balance. No había visto nunca, menos en el Barça, vender unos terrenos a cambio del IVA, sin ningún plazo. Y solo se pagó el IVA. Si alguien consigue comprar algo así, me gustaría conocerle porque es un crack de las finanzas. Deshicimos el trato para hacer una operación de balance», lamentó.

Faus asegura que Laporta iba a subir la cuota de los socios

El vicepresidente primero y del área económica del FC Barcelona, Javier Faus, ha asegurado este martes en su declaración en el juicio por la presunta acción social de responsabilidad sobre la última Junta Directiva del expresidente Joan Laporta, a quien se atribuye unas pérdidas de 47,6 millones de euros, que el expresidente tenía en su plan de negocio para lograr un nuevo crédito sindicado el reducir las secciones, aumentar los abonos de los socios y poner publicidad en la camiseta.

Faus, durante una larga comparecencia, explicó que Laporta tenía un plan de negocio concreto para lograr un nuevo crédito bancario sindicado para el club que tildó de «tres S» (seccions, socis i samarreta, en catalán).

Con este plan de negocio, Laporta pretendía reducir el presupuesto de las secciones paulatinamente, subir la cuota anual de los socios en un 15% durante tres años --asta un 45% de aumento anual- y, lo más destacado, poner publicidad en una camiseta que durante el mandato de Laporta solo estuvo ocupada por Unicef, que no pagaba sino que recibía ingresos por parte del club blaugrana.

«La anterior junta estaba negociando con un patrocinador», desveló Faus en su declaración, dando a entender que para conseguir el crédito sindicado que pretendían firmar, iban a poner un patrocinio en la camiseta, algo que la nueva Junta presidida por Sandro Rosell sí hizo tras llegar al poder en 2010 con el acuerdo con QSI, que primero puso a Qatar Foundation y ahora Qatar Airways.

Por otro lado, aseguró que cuando llegaron en julio dle 2010 al club, se encontraron una deuda enorme. «En 2010 nos encontramos con 440 millones de euros de deuda limpia en 2010. Todos coincidíamos que se necesitaba un cambio de estrategia porque la pérdida y deuda era muy bestia, había que ser agresivos», señaló.