Ricky Rubio: «Pau está demostrando ser el jugador FIBA más dominante»

manuel blanco MADRID / ENVIADO ESPECIAL

DEPORTES

El base de El Masnou se ha consolidado al mando del juego de España

08 sep 2014 . Actualizado a las 17:17 h.

Es un mago. Uno de los pocos jugadores de este Mundial que puede decidir el rumbo final de un partido anotando menos de diez puntos. Su cabeza, su visión de juego y su intensidad defensiva hacen de él un tipo especial sobre la cancha. Ricky Rubio (El Masnou, 1990) ha tomado definitivamente el timón de la selección española y amenaza con quedárselo durante muchos muchos. Con él, el juego de España fluye. La estadística asegura que cuando está en la pista, la selección se despega de sus rivales.

-El equipo ha jugado a un nivel muy alto desde el primer día de campeonato, algo que contrasta con lo ocurrido en otros torneos.

-Sí. En otros campeonatos hemos estado algo dubitativos, pero en este Mundial todos hemos llegado en un momento de forma muy bueno y con muchas ganas. Pau, por ejemplo, quería demostrar que es el jugador más dominante a nivel FIBA y lo está consiguiendo.

-¿Es este su mejor momento en este grupo?

-Sí, me encuentro muy cómodo. Físicamente es el mejor momento de mi carrera y mi rol es hacer jugar al equipo, que puede ser bastante fácil con Pau, Juan Carlos, Marc, Rudy... A veces no es tanto porque solo hay un balón, pero administrándolo bien todos pueden tener sus tiros.

-¿Han hablado con el entrenador sobre el reparto de minutos de los bases?

-Cuando vienes a la selección sabes que tienes que sacrificar muchas cosas. Es diferente. Sabes que no puedes tener el mismo rol que en tu equipo, y eso lo asumimos los tres bases.

-En la primera fase daba la sensación de que se divertían en la cancha. ¿Es así?

-Es cierto. Nos divertimos todos: nosotros, el aficionado... Así es como queremos jugar, corriendo, saliendo al contraataque y cuando no se puede, aprovechar nuestras opciones. En la pintura este año estamos muy fuertes.

-¿Se siente más cómodo en este equipo al estar descargado de la responsabilidad de anotar?

-Sí, la verdad es que hacen las cosas fáciles. A veces, ordenas un sistema, e igual no es el correcto porque el cuatro o el cinco se queda abierto, y Pau mete tres triples seguidos. Parece que ha sido el base el que ha hecho la correcta elección...

-Francia no tiene ni a Tony Parker ni a De Colo. ¿Un alivio?

-Son dos jugadores muy buenos. No es que sea más fácil, porque también tienen a gente muy buena, como Diot, pero sí que es un poco distinto.

-Esta Francia juega un básket distinto este año, ¿no?

-Es que sin Parker, que es por donde pasaba todo el juego de ellos, todo es diferente. Es como si nos quitas a nosotros a Pau y Navarro, que no estuvieron el año pasado. Pero son peligrosos.

-Cuando se juega con Francia se habla siempre de revanchas, de cuentas pendientes...

-Esto es un Mundial y además jugamos en casa, con lo que la motivación es suficiente.

-Ante Francia en la primera fase cumplió cien partidos con la selección. Podría convertirse en el jugador español con más internacionalidades de la historia.

-El tiempo lo dirá [risas]. El otro día lo hablaba con Claver y nos decíamos que son muchos partidos. Pero si miras a tu alrededor y ves las cifras de otros compañeros, con más de doscientos, ya no parece tanto.

-¿Con cuál se quedaría?

-Las finales de los Juegos Olímpicos fueron especiales, pero también hay muchos otros momentos que marcan.

-Las victorias ante potencias como Serbia, Francia o Brasil reforzaron aún más su condición de favorito en este Mundial...

-Sí, pero no debemos obsesionarnos. Tenemos que seguir haciendo lo nuestro, jugar nuestro juego e imprimir un ritmo alto para que no nos puedan seguir.

-¿Pero entiende que la gente piense ya en cosas grandes?

-Es que hemos jugado bien [risas]. Lo vamos a intentar, seguro.

-¿Y ha visto a Estados Unidos? ¿Le intimida su juego exterior, especialmente los bases?

-¡Oh! Son muy buenos. Qué decir de ellos... Han demostrado que son muy buenos y que da igual donde jueguen. Pero Estados Unidos solo podría tocarnos en una final, y aún es pronto para pensar en ello.