El Ferrari finalmente arrancó y pudo comenzar la carrera sin problemas, pero la presencia de los mecánicos sobre la pista provocó que sancionaran al asturiano con un stop and go de 5 segundos, lo que acabó con sus opciones de terminar en los puestos de cabeza. A la sanción se le unió la falta de ritmo del Ferrari durante la carrera, que imposibilitó el trabajo del español para defenderse de los ataques de sus rivales y que le hizo mantenerse a rebufo de Magnussen (McLaren), sexto, durante toda la carrera.
Para acabar el mal fin de semana, Alonso vivió una última vuelta de locos luchando por la posición con los dos McLaren y con Sebastian Vettel, con el que tuvo un toque en la última vuelta que le acabó relegando a la octava plaza.