Cristian Silva hace historia al ganar la final del mundial de k-4 en Hungría
DEPORTES
Eran muchos los vecinos, amigos y aficionados al deporte en la comarca que ayer tenían en su cabeza el nombre de Cristian Silva, la promesa boirense del piragüismo español que, junto a Pedro Vázquez, Pelayo Roza y Ramón Lekumberri, disputaba la final del campeonato del mundo de k-4 1000 júnior a última hora de la mañana. Y, como se dice, las finales no se juegan, se ganan, algo que ayer hicieron estos cuatro jóvenes para acabar colgándose la medalla de oro que los sitúa en lo más alto del piragüismo.
Cristian Silva, que ayer compitió con la selección nacional, pertenece al Náutico Boiro Piragüismo. La final fue muy reñida y no se decidió hasta los últimos metros. Es más, los palistas españoles no empezaron ganando, sino que mantuvieron el segundo puesto durante la mayor parte de la prueba. Fue al final cuando echaron el resto, remontaron y atravesaron la meta 0.268 segundos antes que los rusos. Marcaron un tiempo de 3:00.777, frente a los 3:01.45 de su máximo rival y los 3.02.877 de los australianos, que fueron terceros.
Los vecinos o amigos que ayer lograron contactar con el nuevo campeón del mundo aseguraban que estaba muy contento. Y no es para menos. Desde sus entrenadores en Boiro, Luis Ourille y Sergio Pérez, hasta su madre, que no pudo reprimir las lágrimas de emoción al ver la gesta de su hijo. Y lo hizo por televisión y en compañía de otros palistas y familiares en un bar de Escarabote. Mientras, en Hungría, el campeón boirense, al llegar al hotel, fue respondiendo a las muchas felicitaciones que recibía a través del teléfono o las redes sociales. En una de ellas le decía a uno de sus preparadores barbanzanos que «despois de tantos anos empezan a cumprirse os soños que tiña dende neno, como ser campión do mundo».
El Concello, además, confirmó ayer que le hará un homenaje por esta proeza deportiva.
«Soñamos con conseguir isto e acabamos de facelo realidade. Dar as grazas polos apoios»
Campeón del mundo de K-4