El gran sueño, en el peor momento

Xosé Ramón Castro
X. R. Castro REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Tras una temporada y un Mundial grises, Messi está ante la oportunidad de igualar a Maradona

13 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Tres mundiales después Messi alcanza la oportunidad de su vida. De completar el círculo triunfal que tiene pendiente a nivel de selección. Por primera vez puede levantar la Copa del Mundo e igualar a Maradona, que elevó el trofeo en 1986, en México, a costa de Alemania. Lo puede hacer en el desenlace de la peor temporada que se le recuerda desde que se convirtió en un icono del fútbol mundial. Lastrado por una lesión que le tuvo parado un par de meses, con un año en blanco en cuanto a títulos en su club y con una trayectoria en el Mundial repleta de dudas.

Pese a sus 27 años, Leo ya vive en Brasil su tercera intentona mundialista, y curiosidades del fútbol, en las dos anteriores se cruzó en su camino la pesada máquina germana. Debutó con 19 en una Copa del Mundo en donde la historia de Argentina acabó desde los once metros. En el Olímpico de Berlín y en cuartos. El Rubicón que tardó la albiceleste 24 años en saltar.

Cuatro años después, y con Leo asumiendo más galones, en Sudáfrica, se repitió la historia. Pero más sonrojante. Porque Alemania le endosó un concluyente 4-0 escribiendo la sentencia de Maradona como seleccionador. De aquel Mundial se fue La Pulga sin marcar.

Desde pequeño Leo ha tenido que vivir con la comparación con el Pelusa. Y Diego Armando fue el hombre de la segunda y última estrella albiceleste. La de México. La mejor versión del 10 apareció para marcar cinco goles en el torneo, ser elegido el mejor jugador y pasar a la historia por la «mano de Dios». Aquel gol ilegal que eliminó a Inglaterra con el conflicto de las Malvinas de fondo.

Messi, de momento, no es el hombre del Mundial de Brasil. Lleva un gol menos que Maradona y salvo en la primera fase, en donde sus intervenciones fueron decisivas ante selecciones de segundo orden, ha ido perdiendo el foco mediático en favor de Di María, Higuaín y Sergio Romero. Hasta la cinta de capitán parece prestada al comprobar que el alma de la albiceleste late al ritmo de Mascherano.

Aun así, Argentina sigue esperando, y suspirando por Leo. Sabella el primero: «Cuando le llega la pelota, suspiro», comentó el seleccionador en una comparecencia de prensa. Y Maradona el segundo: «Si me quiere superar el domingo, le doy la alfombra roja. El que tenga al mejor va a ganar y a ese lo tenemos nosotros», indicó al programa deportivo De Zurda.

La final del Maracaná llega para Leo en su momento de mayor popularidad en Argentina, en trayectoria inversa a lo que vive en Barcelona. Si esta noche es capaz de llevar a su selección a lo más alto habrá igualado a Maradona. De lo contrario, el reloj biológico solo le dejaría una oportunidad a mayores.