Alemania ya esprinta hacia la copa...

Paulo Alonso Lois
Paulo Alonso Lois REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

La selección más reconocible del campeonato avanza a acelerones que desarbolan a cualquiera

11 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Alemania ya dejará Brasil convertida en una selección legendaria, la apisonadora que desnudó todas las carencias de la versión más burda de la canarinha que se recuerda. Su exhibición de Mineirao todavía retumba, y tanto que retumbará durante años, pero el domingo se juega el título. La selección de Joachim Low transitó por el Mundial a acelerones, pisó el pedal cuando lo necesitó y levantó el pie cuando no fue tan necesario. Se apoya en catorce o quince jugadores y tiene la virtud de no depender de la inspiración de un futbolista como le puede pasar a Argentina con Messi. Así llega a la final de Maracaná.

El estreno

Paliza a Portugal facilitada por Pepe

Alemania compitió con eficacia, aprovechó todo lo que le regaló Portugal y Muller firmó un triplete en el 4-0 del estreno. La letra pequeña del partido incluye el suicidio luso, con un penalti justito de Pereira sobre Gotze, una autoexpulsión de macarra de Pepe, que espetó un cabezazo a Muller y un gol de Hummels a la salida de un córner lanzado por Kroos.

Las dudas

Ghana, el único rival capaz de empatar

Ghana exigió a Alemania tanto como ningún otro rival en el campeonato. Pese a empezar perdiendo por el gol de Gotze en semifallo, el equipo africano se rehízo, igualó con un gol de Andre Ayew, se adelantó con otro de Asamoah Gyan y durante unos minutos disfrutó del 1-2. Lanzó casi el doble de veces que la Mannschaft, lo nunca visto. Pero incluso en esa situación límite encontró soluciones Low, que recurrió a Muller en el 68 y a los dos minutos ya había empatado gracias a su oportunismo.

El trámite

Triunfo ante Estados Unidos, que despreció el segundo tiempo

Demasiadas suspicacias sobrevolaban el Alemania-Estados Unidos, porque un empate clasificaba a ambos. Pero Low no supo de componendas contra su amigo y antiguo jefe en la selección, Jurgen Klinsmann. Jugaron medio partido sin cadenas, se adelantó Muller al inicio del segundo tiempo con un tiro cruzado de la frontal, y ahí terminó el atrevimiento de Estados Unidos. Al renunciar a las hostilidades con el marcador en contra, aceptaba de forma tácita el 1-0 que terminó clasificando a ambos.

Al límite

La rebelión de Argelia forzó el cambio en la pizarra

El cruce de octavos con Argelia enfrentó a Alemania a su partido más duro hasta la fecha. Necesitó la prórroga para avanzar gracias a una genialidad de Schurrle y un contragolpe finalizado por Ozil antes de un gol intrascendente de Feghouli. La selección norteafricana encontró demasiadas grietas entre Jerome Boateng y Mertesacker, perdonó ocasiones y, sin pretenderlo, forzó un cambio en la pizarra de Low. Lahm, que terminó como lateral de casualidad, ya no volvería al medio centro.

Fiabilidad

Triunfo sobrio a balón parado

La fórmula, que ya había funcionado ante Portugal, es tan sencilla como válida. Y le funcionó a Alemania ante Francia en cuartos. Centro de Kroos y remate de Hummels, que se deshizo de Varane como había hecho de Pepe. Alemania gestionó luego la ventaja con un soberbio Neuer, que ya había aparecido inmenso bajo palos ante Ghana y Argelia.

La consagración

El milagro de Mineirao

Brasil se vistió de comparsa y Alemania la vapuleó con toda clase de argumentos en Belo Horizonte. Quién sabe cuantos años pasarán para presenciar semejante paliza a un grande, como anfitrión, en un Mundial. Un 1-7 para la historia.