Mundial 2014: Argentina y Messi, entre la alegría y los nervios previos al gran desafío

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DEPORTES

DENNIS M. SABANGAN

La albiceleste está más relajada tras la clasificación para semis, aunque preocupada por la lesión de Di María

07 jul 2014 . Actualizado a las 17:22 h.

Todo es alegría en Cidade do Galo. El técnico Alejandro Sabella habló distendido y gesticuló ampulosamente, como pocas veces se lo vio en público, y los jugadores le respondieron con un cerrado aplauso y bromas. El único que se mantuvo serio fue Leo Messi.

El alivio y el desahogo que trajo a la selección argentina la clasificación a semifinales por primera vez en 24 años, el primer gran objetivo que se había planteado, desató un clima de fiesta palpable aún en el búnker ubicado en las afueras de Belo Horizonte. Un clima de fiesta que mostraron los propios jugadores en el césped después de sufrir para superar a Bélgica.

El centro de atención, como siempre, fue el delantero Ezequiel Lavezzi, el primero en cortar el clima de atención al bromear por el tropezón que dio el sábado Sabella durante el partido, cuando casi se cae de espaldas al lamentar que un remate de Gonzalo Higuaín se estrelló en el travesaño belga. Las imágenes dieron la vuelta al mundo y convirtió al técnico en objeto de todo tipo de bromas.

Tras la charla técnica, los jugadores caminaron hasta un lateral para realizar ejercicios regenerativos tras el exigente partido del sábado ante Bélgica. Sin prestar atención a la prensa presente, charlaron y bromearon. Javier Mascherano, quien se había mostrado más serio en las últimas semanas, no ocultó su felicidad, aunque todavía afónico por sus gritos de festejo en Brasilia.

Messi caminó junto a sus compañeros, pero con la mirada en el horizonte, mordiéndose las uñas y ajeno al clima festivo. Se tiró en una colchoneta y se quedó junto a Gonzalo Higuaín observando el partidillo que hicieron los suplentes con los sparrings. El delantero estrella de la selección y el Barcelona está muy cerca de su máximo sueño, su única gran asignatura pendiente, conquistar la Copa del Mundo.

Sabe que está ante una oportunidad quizás única, en su madurez futbolística a los 27 años y con grandes jugadores al lado que no parecen tener herederos de su mismo nivel en el semillero argentino. El desafío que tiene ahora por delante es Holanda, el miércoles en São Paulo.

A Messi le preocupa también la lesión de Ángel Di María, su socio en el gol en el Mundial, aunque descubrió también que Argentina puede jugar con un plantel inesperado, sin varios de sus nombres clásicos, y ganar con un buen nivel.

Una realidad que preocupó a quienes quedaron en el banquillo de suplentes, entre ellos Sergio Agüero, Fernando Gago y Marcos Rojo. Todos saben que Sabella no es muy propenso a realizar cambios cuando un equipo funciona, por lo que decidieron convertir el partidillo con los suplentes en un partido en serio bajo la atenta mirada del técnico. Se están jugando un lugar el miércoles en Sao Paulo.