La entrevista más dura en toda la carrera de Fran Vázquez

Antonio Garrido Viñas
Antonio Garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

DEPORTES

martina miser

El jugador de Chantada se enfrentó a un completo cuestionario

04 jul 2014 . Actualizado a las 06:59 h.

Todo aquello que siempre habría querido saber sobre Fran Vázquez y nunca se atrevió a preguntar. Así podríamos calificar lo que ayer sufrió, y disfrutó por supuesto, el pívot del Unicaja. Un completo interrogatorio sobre todos los aspectos, profesionales y personales, del jugador de Chantada. La primera, o una de las primeras, no fue en la frente pero casi. «¿Por qué tienes la nariz torcida?», le soltaron en un gancho a la mandíbula. No tuvo que contestar porque enseguida le echaron un capote.

En realidad fue todo por el estilo. Los más incisivos eran, por supuesto, los más jóvenes. Estaban interesados por su número de pie (un 52), por su altura (2,09 m) por su situación sentimental (casado y con un hijo) o por sus comienzos en el mundo del deporte. Y fue ahí cuando Fran recordó sus pinitos como portero de fútbol en un equipo de su Chantada natal.

Una de las más divertidas la lanzó una jovencita: «Fran, ¿tú hiciste alguna vez un mate en una canasta de las grandes?». Risas generalizadas y respuesta modesta del de Chantada: «Alguno hice, sí», respondió el máximo taponador de la Liga ACB. Hubo también lugar para las cuestiones más profesionales, que intentaban indagar por qué tomó la decisión de no ir a la NBA pese a ser seleccionado en la primera ronda del draft o cuál ha sido su compañero favorito en el juego interior. En cualquier caso, todo un arsenal de preguntas que seguro que hicieron sudar al pívot de Chantada casi tanto como como anoche, cuando se disponía a compartir pista con los chavales para jugar algunas pachangas de tres contra tres.

Los niños, desde luego, estaban tremendamente ilusionados con la presencia del pívot del Unicaja. Sus caras expresaban la ilusión que les producía tener al alcance de la mano a una de las estrellas de la Liga ACB. Solo la posibilidad de tener un autógrafo suyo fue ya motivo de tremenda satisfacción. Más de uno peleará para que su madre no tenga la mala idea de lavar una camiseta que pasará a uno de los lugares más destacados de sus recuerdos para toda la vida.